Política

Santamaría tendrá un despacho oficial propio en Barcelona para 'acercarse' a la Generalitat

  • El despacho estará en la sede de la Delegación de Gobierno en Cataluña
La vicepresidenta, Saénz de Santamaría, ayer en el nombramiento de Enric Millo. Imagen: EFE

Cuando en su nueva relación de Gobierno el presidente Mariano Rajoy decidió quitar la Portavocía a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría pero a su vez concederle la cartera de Administraciones Territoriales, cabía imaginar que la 'número dos' del Ejecutivo iba a dedicar la nueva legislatura a tender puentes con Cataluña.

Tanto es así que desde su nombramiento Santamaría ha querido ponerse a la tarea manteniendo contactos con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y programando otros próximos con el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras. Además, la vicepresidenta ya ha viajado a Barcelona, donde este lunes asistió a la designación del 'popular' Enric Millo como nuevo delegado de Gobierno en la comunidad.

Por eso, en aras de favorecer un posible diálogo con las instituciones catalanas y en previsión de sus más que probables viajes a Barcelona, la vicepresidenta ha decidido tener un despacho oficial propio en la ciudada condal, según informa el diario El Mundo. Este despacho se ubicará en el propio edificio de la Delegación de Gobierno.

Situando a Millo como "los ojos, los oídos, la mano derecha y la mano izquierda" del Gobierno en Cataluña, Santamaría ha tomado partido por esta opción para seguir más de cerca todo lo relativo al 'procés' y a la hoja de ruta independentista que pretende seguir el Ejecutivo catalán llegándose a involucrar ella misma en dicha tarea.

La principal meta de la vicepresidenta es suavizar el choque que la pasada legislatura se produjo entre Gobierno central y autonómico y que ha acabado con el aviso de Puigdemont de convocar "sí o sí" un referéndum en 2017 sobre la independencia de Cataluña. Siempre defendiendo el "respeto a la Ley", Santamaría tiene por delante el reto de cambiar la actual situación.

La Generalitat: "Mero maquillaje"

Horas después, la consellera de la Presidencia, Neus Munté, ponía en duda la credibilidad de las "invitaciones al diálogo" del Gobierno del Estado, al que ha exigido que "pase de las palabras a los hechos" para que sus apelaciones no caigan "en saco roto" y se demuestre que son una mera "operación de maquillaje".

Munté ha denunciado que la "mano tendida" ofrecida el lunes por el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, resulta "absolutamente contradictoria" con la "beligerancia" del Estado contra el proceso soberanista.

Horas después y desde el Parlamento, tanto Carles Puigdemont, president catalán, como Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, se pronunciaban. Desde el Senado, Rajoy respaldó la suspensión del juez Vidal y advirtió de que nadie podría saltarse la ley a la torera; mientras que Puigdemont se quejó en el Congreso del suplicatorio de Homs.

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