
José Luis Rodríguez Zapatero no tiene una personalidad compatible con la de ninguno de los dos candidatos a la presidencia de EEUU, ya que es del tipo "negociador", mientras que Obama y McCain son "explorador" y "racional", respectivamente. A Zapatero le "sobran estrógenos", según la socióloga y antropóloga Helen Fisher.
Así se desprende de los estudios de Fisher, quien ha dividido las clases de personalidades en cuatro grupos: "explorador", "tradicional", "racional" y "negociador".
Según la investigadora, que ha desarrollado un test de afinidad para el portal de internet match.com, Zapatero pertenecería a este último grupo, mientras que otros líderes como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, o el candidato demócrata norteamericano, Barack Obama, son del grupo explorador, y John McCain y la primera ministra de Alemania, Angela Merkel, son "racionales".
Bush e Isabel II, y la tradición
El presidente norteamericano, George Bush, es del tipo "tradicional", al igual que la reina de Inglaterra, Isabel II, el ex secretario de Estado Colin Powell y la candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos por el partido Republicano, Sarah Palin.
Zapatero, que comparte perfil con un ex presidente norteamericano, el demócrata Bill Clinton, tiene rasgos como la capacidad de ver los problemas desde una perspectiva amplia, y la flexibilidad y el gusto por el consenso y el diálogo, y su rasgo genético básico en el cerebro es un nivel alto de estrógenos.
Sin embargo, según Fisher, los "negociadores" como el presidente del Ejecutivo se sienten atraídos por los "racionales", como es su mujer, Sonsoles Espinosa, ya que, para la investigadora, "los músicos y los cantantes suelen ser racionales".
Una pareja de cine
También son compatibles el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni, ya que ambos son "exploradores", por lo que no tendrán problemas en su vida cotidiana, debido a que los "exploradores" suelen ser flexibles.
"Estarán bien hasta que se aburran o uno de ellos se enamore de otra persona", ha asegurado la científica en la presentación de su cuestionario.
Fisher, que ha publicado cuatro libros sobre los temas del sexo y el amor, ha desarrollado esta teoría a partir de cuatro sustancias químicas cuya mayor presencia en el cerebro determina uno de los cuatro temperamentos: la dopamina (o la norepinefrina) en los "exploradores", la serotonina en los "tradicionales", el estrógeno en los "negociadores" y la testosterona en los "racionales".