Pedro Sánchez sigue en sus trece. Ni oír hablar de una abstención a Rajoy. No es no, y de momento no se baja de ese peldaño. Si alguien tiene que sufrir desgaste, piensan en la dirección socialista, que se retrate en el Comité Federal que para eso está. Mientras tanto, Ferraz se obstina en su estrategia. Cree que es la mejor y la manera de debilitar a Podemos, o al menos de no darle argumentos, pero entretanto, busca trapos sucios del PP para dejar a Rajoy a los pies de los caballos en el caso de que haya investidura.
Publica este lunes festivo el diario La Razón que Pedro Sánchez, desde su guarida, desde su silencio estratégico y táctico, ha pedido a sus "halcones" investigar los sobresueldos del PP y airearlos en la investidura. Este movimiento, y otros, tal y como relata la información del diario de Planeta, ha causado un cisma y un desafío en el PSOE donde cada vez más barones piden, de manera extraoficial, la abstención al candidato del Partido Popular. Pero Sánchez, rubrica hoy en portada El País, ignora cualquier requerimiento, incluida la carta de Albert Rivera en la que el líder de Ciudadanos le pide que colabore si no quiere convertirse en un partido irrelevante, como este lunes sostiene el editorial del rotativo de Prisa. Por cierto que los barones socialistas tampoco han aceptado de buen grado los consejos de Rivera, a quien critican por "imprudente" y por decir a los demás lo que tienen que hacer.
Aún a costa de un cisma
Aseguran fuentes de La Razón que una de las escasas personas que ha podido frecuentar este verano a Pedro Sánchez constata que éste está dispuesto a todo aún a costa de provocar un histórico cisma en el PSOE.
Ante esta actitud berroqueña, barones, simples críticos, y la vieja guardia sospechan que a Sánchez no le importan unas terceras elecciones con tal de seguir siendo candidato. "Solo le interesa su cabeza, y nada España", subrayan con estupor, con una única luz en el camino para abortar lo que entienden es un comportamiento errado y perjudicial para los intereses del PSOE y del país, y que pasa por una convocatoria del Comité Federal, un llamamiento Frente Norte-sur, en aras de facilitar la gobernabilidad, además de otra solución: la ausencia de unos cuantos diputados en la segunda votación de investidura y de inmediato convocar urgentemente el Congreso del PSOE.
Es este mismo sector el que vaticina el "juego sucio" que se estaría gestando en Ferraz al amparo del silencio de Pedro Sánchez. ¿Objetivo?: hurgar en la herida de los sobresueldos y torpedear la investidura de Rajoy, señalan estas fuentes.
La espera de Moncloa
En Moncloa y en el PP sostienen que Rajoy lo ha intentado todo con Pedro Sánchez. Incluso a un nivel personal, "más campechano", como les gusta destacar a los hombres del presidente. Pero la química no existe, pese a que dos hombres de talla, como son José Enrique Serrano y Jordi Sevilla lo estén intentando. El primero, el gran fontanero de Felipe González, conocedor de las entretelas del estado, y el segundo, Jordi Sevilla, exministro de Administraciones, asesor económico de Sánchez, y sin embargo amigo personal de Luis de Guindos y persona respetada por el IBEX 35 y los poderes financieros. Así y todo, la situación no ha cambiado. Parece que los esfuerzos de estos dos dirigentes han resultado baldíos. La actitud "cerril" de Sánchez permanece intacta.
Lo único que parece claro -indica La Razón basándose en fuentes socialistas- es que a Sánchez le quedan cada vez menos apoyos y menos días para tomar una solución que será determinante para él, para su partido, y para España.
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