
Quienes, el pasado día 2, siguieron el enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barça desde el palco del Camp Nou pudieron presenciar un espectáculo que nada tenía que ver con el fútbol, pero que llamó mucho la atención.
Éste consistió en ver cómo se esforzaban por evitarse tres de los primeros espadas de la coalición independentista Junts pel Sí.
Por un lado, estaba el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien, según comentan, estuvo gran parte del tiempo "completamente solo".
Casi codo con codo junto a él, pero dándole siempre la espalda, se situaba su antecesor, Artur Mas, quien parecía que únicamente quería hablar con un conocido empresario barcelonés.
Por último, el conseller de Economía, Oriol Junqueras, quien hizo piña con la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, para ignorar a sus otros dos correligionarios.