
La deriva de Pedro Sánchez hacia el entendimiento con Podemos está aumentando la división interna en el PSOE, hasta el punto de que un posible acuerdo con la formación que preside Pablo Iglesias sería el detonante para que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, diera el salto a Madrid y se presentara como alternativa al actual secretario general en el 39 Congreso Federal, previsto, en principio, para el próximo 8 de mayo.
Susana Díaz cuenta con el apoyo de la poderosa federación andaluza, la mayoritaria en el PSOE, al que aporta en torno al 25 por ciento de la militancia, goza también de una amplia aceptación entre las bases, y tiene el respaldo de la vieja guardia felipista, e importantes respaldos en otras federaciones importantes como Madrid y Extremadura.
Precisamente ayer, el presidente de la Junta de Extremadura y del PSOE regional, se pronunciaba sobre la posible candidatura de su homóloga andaluza, asegurando que "el PSOE a nivel nacional tiene gente potente para aspirar a la Secretaría General" y resaltaba que, además de Pedro Sánchez, hay "gente como Susana Díaz que también es reconocida su capacidad".
Es más, preguntado por la posibilidad de que Susana Díaz asumiese el liderazgo de los socialistas si Pedro Sánchez no llegase a ser investido presidente del Gobierno, no ocultó que esto es una "cuestión interna que afecta al partido y cuando llegue el momento oportuno cada uno hablará".
También el portavoz de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Váz- quez, se pronunciaba sobre la alternativa de Díaz, con cautela, pero sin desmentirlo. "Este gobierno y su presidenta están centrados en Andalucía", para añadir que "es un asunto que no compete al Consejo de Gobierno andaluz y no está sobre la mesa".
Sin embargo, es público que la propia Susana Díaz se ha pronunciado en contra de un acuerdo de Sánchez con Podemos, ya que piensa sólo serviría para debilitar al PSOE y facilitar la estrategia de Iglesias para consolidarse como primera fuerza de la izquierda, además de que podría hacer peligrar el apoyo de Ciudadanos, que la permite mantener su gobierno en Andalucía.
Dirigentes socialistas próximos a la presidenta autonómica resaltan que Díaz "no aceptará un gobierno del PSOE con Podemos, que necesitaría también del apoyo o la abstención de los grupos independentistas catalanes y de Bildu".
A este respecto, parlamentarios socialistas no descartaban ayer en el Congreso la posibilidad de una ruptura del Grupo Socialista, si se confirma el pacto entre Sánchez e Iglesias y lo que calificaban de "traición" a Ciudadanos.
"Si el secretario general pacta con Podemos habrá que ver si los 90 diputados socialistas le van a apoyar, porque los andaluces y algunos más podrían desmarcarse".
En este punto, los críticos con la actual dirección muestran su profunda preocupación por "el futuro del país y del partido", porque, en su opinión, "Sánchez está jugando a cortísimo plazo y antepone cualquier cosa que le permita salvar su cabeza y su bolsillo".