No era una posibilidad que tanto PSOE como Ciudadanos contemplasen abiertamente hace unos días, pero lo cierto es que finalmente la reunión de esta semana entre los socialistas y Podemos será bilateral. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunirán sin nadie del partido de Albert Rivera presente, algo que cambia la dinámica pactada en un principio. Un encuentro del que el propio Sánchez ha afirmado hoy desconocer la fecha.
Desde el PSOE saben que de no ser bilateral, Podemos habría rechazado el encuentro. Por eso, al igual que ocurrió con IU la semana pasada, ha pedido a Ciudadanos que transija en este aspecto formal a cambio de no tener que preocuparse por el acuerdo firmado entre ambos.
Aunque los de Iglesias pedirán al PSOE que se desprenda de unas 200 medidas contempladas en su acuerdo con Ciudadanos, informa el diario El Mundo, los de Ferraz sólo contemplan la bilateralidad del encuentro como una cortesía para rebajar la tensión entre los partidos y crear un clima de diálogo. El mensaje que el propio Sánchez, en una reunión la semana pasada con Rivera, y los suyos han transmitido al partido 'naranja' es que su acuerdo sigue en pie y que esa será la base para reunirse tanto con Podemos como con cualquier otro.
De hecho, si el acuerdo ya se presuponía difícil, en el PSOE temen que los últimos movimientos intestinos de Podemos debilitando al sector más moderado de la formación, encabezado por Íñigo Errejón, compliquen aun más las negociaciones. En Ferraz temen que el ascenso interno de miembros del partido 'morado' más refractarios a cualquier tipo de acuerdo con los socialistas mantenga la situación de bloqueo y lleve a elecciones.
Por eso Sánchez únicamente insistirá a Iglesias para que Podemos se abstenga. Algo para lo que ya pidió al primer ministro griego, Alexis Tsipras, y a la vicepresidenta valenciana y líder de Compromís, Mónica Oltra, que intercedieran. En esta línea, Sánchez ha anunciado hoy desde Canarias que se reunirá con Iglesias para hablar de soluciones, "no de sillones", informa Europa Press.
En el otro flanco está la desconfianza de Ciudadanos. La visita de Sánchez este fin de semana a Valencia para departir con Compromís y para preguntar a Ximo Puig por el funcionamiento del gobierno 'a la valenciana' (PSOE + Compromís + Podemos), ha hecho a los de Rivera recelar después de aceptar a regañadientes el encuentro de los socialistas con IU sin estar ellos presentes y de criticar la reunión que Sánchez mantendrá con Iglesias.
Rivera y los suyos temen que el PSOE "se eche al monte", en palabras de su dirigente José Manuel Villegas estos días, y se acerque más a la izquierda hasta el punto de poner en peligro o llegar a romper el pacto que ambos partidos firmaron y con el que se sometieron a la votación de investidura.
En Ciudadanos asumen que no pueden controlar la agenda de Sánchez, pero no ha gustado nada que éste haya aceptado reunirse con Iglesias, como ha evindenciado hoy Rivera avisando al líder socialista de que estará en contra de cualquier acuerdo que no respete lo firmado. La cúpula del partido 'naranja' cree que ha asumido riesgos en aras de la responsabilidad de Estado al pactar con el PSOE y ahora teme verse apartada por los socialistas a la vez que con sus relaciones con el PP enquistadas después del pacto con Sánchez.
Pese a todo, el PSOE ha reafirmado su compromiso con Ciudadanos, y desde el partido de Rivera, recoge también El Mundo, son conscientes de que, si continúa esta situación de bloqueo, tras pasar la Semana Santa ambos partidos tendrán que sentarse a renegociarlo para poderlo hacer extensivo a otro partido.
Entidades
Albert Rivera
Presidente de Ciudadanos y diputado nacional
Pablo Iglesias
Vicepresidente del Gobierno y secretario general de Podemos
Sánchez Oltra y Puig se ven en Valencia