Tras unos días de absoluto silencio que contrastan con su habitual frenética actividad compareciendo en medios, desde el Congreso o en redes sociales, el 'número dos' de Podemos, Íñigo Errejón, prepara ya su 'golpe de mano' para recuperar el poder orgánico perdido por él y por su sector más afín dentro del partido, el moderado, tras los movimientos internos de los últimos días que se saldaron con la destitución por parte de Pablo Iglesias del hasta semana secretario de Organización, Sergio Pascual. Iglesias desmiente que Errejón se haya apartado.
Consciente de la derrota parcial que ha sufrido en los últimos días pero también del gran coste que tendría para su partido escenificar un enfrentamiento frontal con Iglesias, Errejón ha optado por un calculado silencio y por la reflexión para preparar la estrategia que empezará a desarrollar en los primeros días de abril, cuando se celebre casi con toda seguridad el Consejo Ciudadano de Podemos.
En esa cita clave, en la que Iglesias deberá proponer un nombre en sustitución de Pascual que debe ser referendado por dicho órgano, Errejón tiene previsto presentar dos flancos de ataque. Por un lado, según informa el diario El País, el 'número dos' hará un planteamiento genérico contra la creciente jerarquización del partido. El argumento será el parecido de esta verticalidad a los modos y maneras del histórico PCE, corriente de la que provienen nombres ahora cercanos a Iglesias como Rafa Mayoral, que suena para próximo secretario de Organización o Irene Montero.
Errejón sabe que orgánicamente no cuenta con una mayoría de apoyos, algo que también se denotará hoy en la reunión de Iglesias con los barones territoriales, que en principio arroparán de forma unánime al líder. Sin embargo, sabe que su opinión es más que escuchada y que sigue contando con una gran reputación del partido ya que ha sido su mayor ideólogo desde la marcha de Juan Carlos Monedero. Por eso, abrir un debate pidiendo apertura y pluralidad dentro del partido para convertirse en una formación fuerte que puede disputar la hegemonía de la izquierda frente a una jerarquizada y férrea formación residual de la izquierda puede impulsar de nuevo su figura.
El segundo flanco de ataque que medita el 'número dos' y secretario de Política, según recoge a su vez La Razón, es aprovechar su todavía importante influencia en Iglesias para presionar y conseguir que el próximo secretario de Organización sea una persona de consenso que represente a todas las corrientes del partido. Errejón está dolido por el cese de Pascual y quiere aprovechar la circunstancia de que reclamando este gesto a Iglesias podría poner en un compromiso al líder, que tendría difícil justificar un rechazo frontal a este gesto que le pide alguien que hasta ahora ha sido su máximo escudero además de 'alma' del partido.
Este contraataque de Errejón llega después de días de honda reflexión y de que tanto él como su entorno hayan debatido cuál era la mejor opción. Aunque algunos de sus cercanos le recomendaban una respuesta rápida y contundente tras hechos tan graves como la dimisión de sus diez próximos en Madrid o el cese de su 'mano derecha' Pascual, finalmente se han impuesto las tesis de los que abogan por una respuesta silenciosa y lenta, pero contundente, cocinada estratégicamente desde las calderas del partido.
Tanto Errejón como su sector afín saben que el futuro éxito del partido pasa por vender su transversalidad y no sólo como reclamo electoral. Por eso desconfían de las intenciones de Iglesias en su idea del PSOE, ya que creen que el nuevo sector fuerte del partido quiere poner condiciones imposibles a Pedro Sánchez para que no haya pacto y se llegue a elecciones rápidamente. Es por ello que tanto el 'número dos' como su entorno quieren lanzar este contraataque que extienda ese debate de ideas a los posibles pactos y no sólo a la lucha de poder.
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Vicepresidente del Gobierno y secretario general de Podemos
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