La previsión inicial del PP de unas elecciones anticipadas relámpago en las que recuperar parte del electorado perdido con Ciudadanos quedó frustrada tras postularse el socialista Pedro Sánchez como candidato a la investidura. Ahora, la segunda fase de la estrategia del PP tras este primer contratiempo ha quedado derribada por el 'misil' lanzado desde la formación de Albert Rivera. C's erosiona a Rajoy en las encuestas
Esta segunda estrategia del PP, según informa hoy el diario El País, pasaba por aguantar en pie los dos primeros meses y medio tras el 20D y socavar la mayor relevancia pública de Sánchez con una dura sesión de investidura por parte de Mariano Rajoy y por una política de comunicación que machacase a Sánchez por su fracaso en las dos votaciones en el Congreso y por su evidente falta de apoyos.
Sin embargo, estas líneas maestras precisaban de un requisito indispensable: una unidad granítica dentro de la gran estructura de poder que es el PP. Una roca que el impacto de Ciudadanos ha logrado cuartear después de que sus miembros, y especialmente su líder, Albert Rivera hayan empezado desde la primera sesión de investidura a horadar la figura de Rajoy como el verdadero responsable de no saber atajar los casos de corrupción relacionados con el partido.
En las últimas intervenciones públicas de Rivera ha sido constante su crítica a Rajoy como el actor político menos recomendado para el cambio que necesita España. En los últimos días, el presidente de Ciudadanos llegó a plantear abiertamente que el presidente del Gobierno en funciones y líder del PP era el verdadero escollo, porque su formación sí que tiene disposición a acuerdos con los 'populares': "Si el PP tiene otro candidato distinto a Mariano Rajoy, cambia todo".
Esta serie de ataques ha hecho que, pese a ser a un nivel de cuadros del partido no muy relevantes, hayan surgido las primeras voces de la formación y de su entorno que reclaman a Rajoy dar un paso atrás para favorecer que el PP pueda llegar a acuerdos con otras fuerzas. Las palabras del expresidente murciano Alberto Garre o del exdiputado Jaime Ignacio del Burgo, aunque contrastan con el silencio generalizado y la unidad de los pesos pesados del partido en torno al presidente, ha llevado a la opinión pública un debate que dinamita esta serie de pasos ideada por Génova.
Que estas peticiones a Rajoy, aunque sean "voces individuales" según el aparato del PP, hayan emanado del partido da un argumento más a favor a los rivales de la formación al poder insistir en atacar a Rajoy como elemento de bloqueo e impide a los 'populares' en erigirse nuevamente portadores de la iniciativa política en el complejo escenario español.
Si persiste esta labor de desgaste sobre Rajoy, el cuartel general de Génova tendrá que aplicar una nueva estrategia ya sea para pactar antes de mayo ya sea para poder presentarse con garantías a los eventuales comicios adelantados del 26D.
"Rajoy intocable"