
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha vuelto a echar mano de su clásico recurso de la contención y la inacción, mientras que los dirigentes del Partido Popular respetan sus tiempos y su autoridad para la toma de alguna decisión que desatasque el escenario ingobernable español.
Según afirma el diario ABC citando una fuente de autoridad en el PP y cercana a Rajoy, "entre el 1 de marzo y el 26 de junio, el presidente tomará alguna determinación importante".
Estas decisiones y posibles cambios solo se producirán en los tiempos del jefe del Ejecutivo en funciones, o lo que es lo mismo, "cuando lo decida el presidente".
En la actualidad, se abren ante Rajoy tres posibles opciones que desatascarían la situación de ingobernabilidad, y dos de ellas implican una renuncia del presidente en funciones.
En primer lugar, aceptar el intento de una investidura si fracasa la de esta semana del socialista Pedro Sánchez -como todo parece apuntar-. En segundo lugar, echarse a un lado y que el Rey designe a otro candidato del PP con más posibilidades de crear un consenso de gobierno con el PSOE. Y en tercer lugar, dirigirse a unas elecciones en las que renunciase a ir como candidato a la Presidencia.
Aunque Rajoy no haya dado signos hacia una inclinación de este tipo, en el Partido Popular se preparan para cualquier cambio, y hay nombres que se postulan como sucesores de Rajoy. Núñez Feijóo, el presidente gallego, nunca ha cerrado la puerta a esta posibilidad. Soraya Sáenz de Santamaría, aunque con menos apoyos por sus constantes desavenencias con María Dolores de Cospedal, también se sitúa en la lista. Otros dirigentes que suenan fuerte y que se encuentran en primera línea representando además una regeneración en el partido son Cristina Cifuentes y Pablo Casado.
A ellos se suman miembros de responsabilidad en el Gobierno o el partido que han demostrado una pulida gestión, como las ministras Ana Pastor e Isabel García Tejerina.