
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, está intentando postularse como posible presidente de un Gobierno de consenso, con el PSOE y Ciudadanos, siempre y cuando el presidente en funciones, Mariano Rajoy, decida dar un paso a un lado y abandone sus aspiraciones a repetir en el Ejecutivo.
Miembros del equipo de Moncloa y del Grupo Parlamentario Popular, confirman las pretensiones de García-Margallo, que "no son nuevas y se remontan a poco después del 20 de diciembre".
Su cercanía a Mariano Rajoy, sus múltiples contactos en Bruselas y su buena relación con la canciller alemana Angela Merkel, son algunos de los avales del titular de Asuntos Exteriores para apoyar sus aspiraciones a la Presidencia.
Sin embargo, y aún reconociendo estas razones, en los círculos próximo a la jefatura del Gobierno en funciones se afirma, sin ambages, que la candidatura de García-Margallo "tiene cero recorrido".
Una afirmación que justifican por sus escasos apoyos entre el aparato y las bases del partido y por haberse significado como uno de los ministros más combativos contra un posible Gobierno de Pedro Sánchez durante este periodo de negociaciones para la investidura. De hecho, el propio secretario general del PSOE y altos cargos socialistas han recriminado públicamente lo que denominan como "propaganda del miedo" de Margallo.
Unas críticas al PSOE en las que el ministro insistía el pasado viernes, cuando aconsejaba a Pedro Sánchez que lea los libros escritos por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para comprobar cómo su plan es llevar el PSOE a la irrelevancia a través de un Gobierno paritario.
En opinión de Margallo, Iglesias dice buscar no ya el sorpasso, sino la sorpasokización, en alusión a la situación de práctica irrelevancia en la que han quedado los socialistas griegos (Pasok), más que sobrepasados por la izquierda radical de Syriza. "Leninismo puro", resumió el ministro de Exteriores, mientras emplazaba al PSOE a leer La Historia de la Revolución Rusa de Trotsky, o a recordar cómo los comunistas "se merendaron" al socialista Francisco Largo Caballero cuando les dio entrada en su Gobierno en 1936, "para saber qué les va a pasar si entran en coalición con Podemos".
García-Margallo asegura, además, que en Bruselas hay preocupación por la posibilidad de que Podemos entre en el Gobierno español y se forme un frente de PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) que intente frenar la integración económica europea.
Añade también que el programa económico de Podemos "hace saltar todas las alarmas" en la UE y colocaría a España en una situación en la que podrían volver a cerrarse los mercados financieros y abocarían a España al rescate.
El corredor mediterráneo
Entre los dirigentes socialistas se comenta además que García-Margallo estaría intentando aprovechar también sus buenas relaciones con el mundo empresarial para conseguir apoyos a su candidatura. A este respecto, resaltan el hecho de que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya decidido asumir el liderazgo del encuentro empresarial para reinvidicar el corredor ferroviario mediterráneo. Un evento que estaban preparando las patronales de Cataluña, Foment del Treball, y de Valencia, Cierval, argumentando que la ausencia de este corredor ferroviario que una la Comunidad Valenciana con el resto de Europa está paralizando inversiones en unas comunidades netamente exportadoras y supone un fuerte handicap para la actividad y el desarrollo del puerto de Tarragona y de otras industrias como la Ford.
Responsables de ambas federaciones de la CEOE confirman que, tras tener conocimiento de la iniciativa, García-Margallo ha decidido asumir el máximo protagonismo, ha propuesto celebrar el encuentro en Alicante, circunscripción por la que él es diputado, y está urgiendo a que se celebre cuanto antes, para aprovechar un posible fracaso de Pedro Sánchez en la sesión de investidura el 2 de marzo.