Política

Guerra familiar por reemplazar a Rajoy mientras suenan campanas de un presidente independiente

Santamaría y Soria, tras un Consejo de ministros. Imagen: Reuters

Cada día que pasa los escenarios de formación de un nuevo Gobierno se renuevan. Unos se quedan en el camino, se esfuman, mientras otras hipótesis se incorporan al futuro político español. ¿Quién ganaría si hubiera nuevas elecciones?

El político más tocado, aunque nunca se sabe dada la larga trayectoria del dirigente, es Rajoy, a quien muchos dan por muerto en un tiempo de guerra contenida en el PP con dos familias enemistadas: los Santamaría frente a los Soria y siempre descabalgado -dicen las informaciones políticas- Núñez Feijóo.

Las dificultades de Rajoy

Hoy, 18 de febrero, nadie quiere formar Gobierno con el Partido Popular de Mariano Rajoy. Los marianistas lo saben por mucho que le protejan y repitan el mantra de su líder. Sin embargo, está por ver que el acuerdo PSOE-Ciudadanos vaya a algún lado o el de PSOE-Podemos tome forma de Gobierno y se cumpla lo que muchos analistas ya dan por hecho.

Mientras, la vida en el PP trascurre con la alegría de los velatorios. Tanto que, cuando tapona con tablillas una riada, se abre otro pozo en la casa popular (ayer, sin ir más lejos, los 60.000 euros supuestamente pagados por Correa a Juan Carlos Vera, secretario general de la gestora de Madrid y un hombre de Rajoy). En esta desazón permanente, la única esperanza que alberga el inquilino de la Moncloa es que Sánchez se estrelle y se derrumben sus propósitos. Es decir, ni alcance logros con Ciudadanos, ni Podemos le dé agua en el último suspiro.

Entonces es cuando Rajoy puede hacer algo. Pero aún tiene que aguantar hasta el 3 de marzo (fecha de la segunda investidura para la que es necesaria solo una mayoría simple) y poder mantener su liderazgo en un PP silente, evitando los augurios que se confabulan para hacer realidad su marcha.

Escribe el conocido periodista político Raúl Heras en diariocritico.es que es muy posible que Rajoy esté intentando alargar este periodo de Gobierno en funciones. Añade que ahora él piensa que ni puede ni debe irse. Que ha cosechado demasiados enemigos en el poder. Por otro lado, y se viera abocado a unas elecciones generales, considera que él y no otra persona debe ser el candidato. Hay quien todavía cree en el PP que los resultados serían mejores que el 20D, aunque circulen encuestas internas que observan un caída del 28% de los votos al 15%, de un hundimiento del PSOE, y de una subida de Podemos y Ciudadanos más que considerable. Pese a ello, se abonan a al teoría de que el PP podría conseguir el voto de 165 diputados de la cámara.

Dos familias encontradas

De no cumplirse estos supuestos, Heras vaticina la lucha interna de dos familias encontradas que pelearían por la sucesión de Rajoy en el Congreso. Según este veterano periodista, se trata de los Santamaría frente a los Soria (ministro de Industria). Entre los partidarios de la vicepresidenta estarían Montoro, Báñez, Alonso o los hermanos Nadal. En el caso del ministro canario, ministros como Margallo, Catalá, García Tejerina, Ana Pastor, y más allá del Gobierno, la propia Dolores Cospedal, secundarían su candidatura en un Congreso Nacional.

Pero antes de volver a las urnas en verano, y sin Rajoy en el horizonte, con alguna opción por parte del PP de poder llegar a entendimientos con PSOE y Ciudadanos que propiciaran un pacto constitucional -una solución muy al gusto empresarial-, se evitaría la repetición de elecciones generales y al mismo tiempo lo que ciertos sectores de la sociedad y Europa desean: impedir que Podemos llegue al Consejo de Ministros y aplique básicamente sus propuestas económicas.

En este tercer escenario, el PSOE se ve con más legitimidad que el PP para encabezar cualquier iniciativa, aunque ciertamente estemos ante un juego de vetos cruzados. El líder socialista veta al popular, y el popular a su vez al socialista. Sin embargo, Pedro Sánchez se ha atrevido a configurar un Gobierno tras la doble renuncia de Rajoy. De todos modos, llegado el momento, habría que conocer el parecer del mandatario socialista y su reacción en el caso de plantearse un Gobierno a tres, compuesto por los tres principales partidos constitucionalistas de la cámara, si no por los dos primeros.

Una opción independiente

Y aquí es donde viene el cuarto escenario, rumor de círculos políticos y periodísticos, acrecentado por las consecuencias de unas segundas elecciones legislativas donde Podemos podría ser el partido más beneficiado. Este contexto dibuja la circunstancia de que, imposibles los acuerdos políticos, sea el jefe de Estado quien proponga el nombre de un presidente independiente y de consenso (en estas quinielas también entran actuales diputados/as), que goce de todos los parabienes del Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, capaz de dirigir un Gobierno de coalición y de romper con el bloqueo institucional que vive el país.

No en vano, apuntan fuentes consultadas por EcoDiario.es -no sin señalar que se trata de una operación de sensible calado-, sería un gobierno corto que trabajaría por la defensa de temas prioritarios para España como son la economía y Cataluña, y también en una reforma constitucional de absoluto consenso y de grandes mayorías en el Congreso de los Diputados.

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