Política

El PP 'llama' a Rivera para que eche a Rajoy mientras se agota el tiempo de los populares

Rivera, este lunes en rueda de prensa. Imagen: EFE

Desde la tarde de este martes la cuenta atrás del reloj de investidura se ha puesto en marcha y los segundos corren para socialistas, y en menor medida para populares. No obstante en Génova 13 se remueven los cimientos, y aunque públicamente todos digan con el tono funcionarial, que están a partir un piñón con Rajoy, hay ondas, voces y gritos contenidos de algunos dirigentes que ven en Ciudadanos la única solución a sus problemas. Eso sí, para ello se requiere el fracaso de Pedro Sánchez y la abstención posterior del PSOE en una posible investidura de Rajoy, que no se espera.

El líder de Ciudadanos siempre ha dicho que no había venido a la política para hacerle "las primarias a nadie". Pero también mantiene que en su mesa de negociación, a punto de arrancar, estará la regeneración democrática, lo que conlleva una reforma de la Ley Electoral y por ende la obligación de que los partidos celebren primarias abiertas para elegir a sus candidatos.

Este martes, Raúl del Pozo, en la contraportada de El Mundo, sobretitulaba El ruido de la calle con Quieren echar a Mariano. Y su posdata añadía la llegada de "onda de la gente del PP que está pidiendo a Ciudadanos que exija la cabeza de Mariano Rajoy". Una comentario compartido por más de un un dirigente del PP, tal y como ha podido saber EcoDiario.es. "A este tío no hay quien lo eche", argumentan miembros del PP fuera de la dirección del partido.

En el Congreso de los Diputados se comenta -recoge Del Pozo- que el PP ha perdido una oportunidad histórica de liderar reformas democráticas durante sus cuatro años de legislatura. "O echan a Rajoy -insiste la garganta profunda- o no entran en el siglo XXI hasta 2020".

Las cuentas reales

Las cuentas de Rajoy, convencido dicen, de que recuperará la iniciativa a medida que las negociaciones se vayan desarrollando, son las de un Pedro Sánchez frustrado ante la falta de apoyos y un acercamiento final al PP. En ese punto, el gallego confía en el papel intermediario de Ciudadanos. Pero los de la formación naranja ya han enviado sus misivas: "la improbabilidad de que Rajoy lidere la regeneración democrática", la corrupción en el centro del eje de las negociaciones, cambiar la ley de partidos y, el último lanzamiento, el mensaje enviado al Rey en el que Rivera dice tener cierta sintonía con Sánchez en cuestiones como la soberanía nacional y la reforma de la Constitución.

Así pues, si a Rajoy no le quieren los suyos, si una gran mayoría entiende que lejos de su cargo, el PP tiene opciones para recuperar votos y capacidad de diálogo con otras fuerzas políticas, el CIS -que se espera llegue este jueves o viernes, como muy tarde, a comienzos de la próxima semana- puede ser el clavo ardiendo del primer mandatario de los populares, aquello que tuerza el brazo político de Sánchez, y por tanto reconsidere su actuación, si no quiere ver como Podemos se lo merienda en las urnas, pese a obtener el apoyo de las bases consultadas.

Cuando llegue "el tiempo de los nombres"

En esta atmósfera, Ciudadanos anunciaba este martes su deseo de empezar cuanto antes las negociaciones, con toda seguridad por separado, en una primera fase, pero al mismo tiempo con PSOE y con PP. Postulan un Gobierno de transición, un Gobierno corto, y adelantan su rechazo frontal a un Ejecutivo en el que participe Podemos. Conciliadores en su discurso, creen que a medida que avancen las negociaciones, también "se suavizarán algunos vetos".

En la tarde de ayer, Juan Carlos Girauta precisaba que, de momento, "no se hablará de nombres, porque no se ha entrado en el juego de los nombres. De eso no queremos hablar hasta que el pacto sea posible. Creemos que hay una posibilidad de ceder en cosas, no hay nombres, queremos contenidos sobre esas negociaciones".

Pero, superada esta fase de negociación -ha matizado el portavoz de Ciudadanos-, "quien no se mueva de sus posiciones por los nombres, se retratará. Y cuando sea imposible la negociación, el que lo haga, que asuma sus responsabilidades en unas nuevas elecciones".

Los marianistas, mirando al CIS

Con poca libertad de movimientos, y con reducidas combinaciones, los populares, por su parte, no salen de su asombro. Valoran que Pedro Sánchez haya manifestado este martes su intención de hablar con el Partido Popular, pero no entienden por qué no lo ha hecho hasta ahora. No alcanzan a comprender el bloqueo y los desplantes a Rajoy, cuando sobre la mesa, los temas prioritarios de la negociación son "los mismos", tanto por parte del PP como del PSOE. En ese sentido, advierten de su disponibilidad al diálogo, pero con condiciones: votarán no a un Gobierno del PSOE, y solo admitirán a un candidato, Rajoy.

En esta segunda fase, éste es al menos el mensaje oficial, pese al enfado interno en el PP, donde más de un barón ha hablado abiertamente de primarias sin querer relacionarlas con la marcha de Rajoy. El CIS de enero, y una encuesta del Partido Popular son por ahora las dos únicas bazas de los marianistas, en un tiempo que se consume y se acerca a unas nuevas elecciones generales, que quizás enmarañen aún más la situación actual.

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