
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, se ha mostrado convencido de que el socialista Patxi López será un "magnífico presidente" del Congreso de los Diputados y también ha cifrado en 9,5 sobre 10 las posibilidades de que el próximo Gobierno tenga el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos.
"Las circunstancias van a llevar necesariamente a un acuerdo entre los dos grandes partidos que han declarado de forma explícita su respeto por la Constitución, por las reglas escritas y no escritas del proyecto europeo y por su deseo de adaptar el marco heredado de 1977 a las nuevas circunstancias", ha dicho. Margallo confía en que el acuerdo para la Mesa del Congreso presagie otros pactos con PSOE y Ciudadanos.
De hecho, ha dicho que él votaría "muy a gusto" a López como presidente del Congreso, recalcando que es moderado y capaz del diálogo y del entendimiento y también que fue "un político constitucionalista en momentos difíciles en el País Vasco, capaz de hacer un Gobierno que tuvo el apoyo del PP", en declaraciones a Onda Cero y Antena 3 recogidas por Europa Press.
Preguntado si, precisamente por eso, esperaba que Patxi López fuese más receptivo a un acuerdo de Gobierno con el PP, ha recalcado que "en política y en la vida la norma es no decir nunca 'nunca jamás'", porque se trata "de tener una coalición capaz de hacer frente a los desafíos".
No obstante, sí ha dejado claro que no contempla un acuerdo que pase por la renuncia de Mariano Rajoy como candidato del PP, porque "nunca ha funcionado la política de vetos". Además, cree que "no estaría justificado" y sería "completamente absurdo" prescindir de "un valor probado", puesto que Rajoy ha "conducido a España en los momentos probablemente más difíciles desde 1977".
Por último, Margallo ha señalado que sigue guardando su propuesta de reforma de la Constitución, que incluye 41 artículos que versan sobre lo que considera los grandes temas y que es "una Constitución para toda España", no para el "desafío concreto" catalán, y que no es tampoco un "proceso constituyente" porque conserva "lo que funciona que es mucho".
Un acuerdo de cuatro años
Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ratificado hoy su decisión de explorar un acuerdo con el PSOE y Ciudadanos para formar un Ejecutivo con un amplio apoyo parlamentario en una legislatura que ha defendido que dure cuatro años, frente a los que piden una legislatura "provisional".
Rajoy ha hecho estas consideraciones en una comparecencia ante los periodistas tras reunirse con los diputados del PP poco antes del inicio de la sesión de constitución del Congreso de la XI legislatura.
Una reunión en la que ha reiterado la posición de su partido ante el nuevo panorama político y en el que cree que es esencial el entendimiento para afrontar los grandes retos de España.
Y para ello, ha defendido que el mejor acuerdo sería al que deberían llegar el PP, el PSOE y Ciudadanos, y que ha recalcado que tendría que ser para cuatro años y no para una "legislatura provisional" como cree que "ya plantean algunos".
Las alternativas que pretende el líder del PSOE, Pedro Sánchez, cree que son numéricamente posibles pero no las permite "ni el respeto a la voluntad popular, ni la coherencia que deben tener las diversas fuerzas políticas, ni los intereses generales de España".
Por ello, cree que un acuerdo entre PSOE, Ciudadanos y Podemos sería entre partidos con planteamientos muy diferentes entre sí, mientras que un pacto PSOE-Ciudadanos-IU-ERC con la abstención de otros partidos "involucrados en aventuras independentistas" sólo generaría inseguridad e incertidumbre y abocaría a una legislatura corta.
Respecto a la forma en que intentará cerrar el acuerdo con otros partidos, ha señalado que eso es una cuestión "procedimental" y que, de momento, hay que esperar a las reuniones de los diversos representantes de los partidos con el Rey
Al plantearle si se incluiría en las conversaciones una reforma de la Constitución, ha señalado que "eso habría que hablarlo".
"Pero lo que no se puede decir es que se va a arreglar un problema como el de Cataluña con una reforma federal sin decir lo que es y, además, sin tener los votos suficientes para hacerla", ha añadido antes de invitar a tomarse las cosas en serio y dejarse "de hacer titulares".