
La igualdad entre los apoyos al 'sí' y al 'no' a la investidura de Artur Mas como presidente que se refleja en la asamblea nacional de la CUP obligará a realizar una tercera y última votación, una vez descartados el tercer y el cuarto escenario político de los que se planteaban inicialmente.
En la segunda votación de los 3.042 militantes y simpatizantes de la CUP inscritos en la Asamblea Nacional que se realiza en Sabadell ha comportado que el 'no' y el 'sí' a la investidura del candidato de Junts pel Sí (JxSí) Artur Mas se mantengan en posiciones de empate técnico, con 1.512 votos en contra (49,70%) y 1.482 votos a favor (48,71%).
El tercer escenario, que consistía en rechazar la propuesta consensuada con JxSí de un plan de choque, un proceso constituyente y una hoja de ruta pero que, sin embargo, posibilitaba la investidura de Mas, ha sido descartado al conseguir únicamente el apoyo de 28 votos (0,92%), mientras que el cuarto escenario ya había sido eliminado previamente en la primera votación.
La segunda votación del día, en la pista cubierta de atletismo de Sabadell (Barcelona), se ha celebrado entre las 16 y las 18 horas y no ha servido para aclarar qué posición adoptará finalmente la CUP, ya que ninguna de las opciones ha superado el 50 por ciento.
Esto obligará a realizar una tercera y última votación en la que los inscritos tendrán que decidir entre el escenario 1 -aceptar la propuesta negociada con JxSí e investir a Mas- y el escenario 2 -rechazar la propuesta, no investir a Mas y precipitar unas elecciones en marzo-.
En la segunda votación se han registrado, además de los ya mencionados votos a la primera y la segunda opción, 14 votos en blanco y 6 nulos.
En la tercera votación no se admitirán votos en blanco ni nulos, lo que puede ayudar a decantar la balanza hacia el 'si' o el 'no, junto a los votos que en la segunda votación habían avalado el tercer escenario.
La incertidumbre sobre cuál puede ser el resultado final sigue siendo máxima, dada la igualdad entre los partidarios y los detractores de la investidura de Mas.
La última propuesta de Junts pel Sí a la CUP
El documento a discutir prevé una Presidencia a cuatro encabezada por Mas y con tres presidencias de comisión de gobierno, como una Presidencia en transición "de un modelo autonómico a la república catalana", como dijo el día 22 el diputado de JxSí Raül Romeva.
La propuesta de JxSí prevé construir estructuras de Estado y un marco legal que asegure una transición "con todas las garantías jurídicas", y hace hincapié en el compromiso escrupulosamente democrático del acuerdo, que tiene como objetivo ampliar la base social que apoye el proceso.
Buena parte del plan de choque social de la propuesta depende de aprobar unos nuevos Presupuestos, por lo que JxSí propone crear un Grupo de Trabajo Presupuestario -con representación paritaria de la Conselleria de Economía, de JxSí y de la CUP- para diseñar los Presupuestos 2016 y que incluyan el plan de choque.
Romeva aseguró el día 22 que la propuesta de JxSí pretende priorizar la respuesta a las necesidades sociales de Cataluña, pero que algunas medidas no se pueden hacer con los Presupuestos prorrogados: "Están supeditadas a la disponibilidad de un nuevo Presupuesto que haga viable su aplicación".
El plan de choque a aplicar inmediatamente es sobre pobreza infantil, pobreza energética y emergencia habitacional y política de prevención de desahucios, para la que prevén aplicar un sistema parecido al de municipios como Badalona (Barcelona), y otra parte del plan está previsto implementarla en los 18 meses de transición a la independencia.
Parte de esa ampliación de 270 millones irá destinada a recuperar la renta mínima de inserción, cuyo presupuesto se debe ampliar para garantizar el 100% de la cobertura, lo que costará 70 millones; a las prestaciones económicas de personas dependientes -50 millones-, y a la previsión de plazas de guardería -15 millones-.
Salario mínimo y banco público
El documento prevé un nuevo salario mínimo equivalente al 60% del salario medio, lo que lo ascendería a los 1.000 euros al mes, pero no especifica la partida para costearlo.
Prevén la reconversión del Institut Català de Finances en un Banco Público de desarrollo, "insertado en el entramado de apoyo institucional financiero europeo", para ayudar a las pymes y para abordar la inversión de grandes proyectos estratégicos.
En cuanto a sanidad, propone una moratoria en el Consorci Sanitari de Lleida -ente que pretende unificar la gestión sanitaria en la provincia- para garantizar que no podrá incorporar ninguna entidad privada en su actividad futura, tras la oposición generada por la Marea Blanca.
También propone reducir un 10% las listas de espera quirúrgicas y un 50% el tiempo medio de primera visita en el especialista sólo en centros públicos y sin externalizaciones, gracias a una inversión anual de 83,76 millones.
Se asegura el acceso a terapias médicas universales y gratuitas para los afectados de Hepatitis C, trasplantados y pacientes oncólogicos, así como personas en situación vulnerable, y un plan de rescate para afectados por fibromialgia, fatiga crónica y síndrome de sensibilidad química múltiple.
Además, se invertirán 5 millones en reducir la ratio de alumnos por aula en los barrios con más dificultades económicas, y se destinarían 15 para becas comedor.
BCN World queda en suspenso
El texto deja "en suspenso" el Plan Director Urbanístico (PDU) del macroproyecto BCN World y prevé un grupo de trabajo para una posible revisión del Plan de Govern JxSí-CUP, matizando que la vigencia de la suspensión del PDU se mantendrá hasta que haya acuerdo por consenso.
Un punto que queda en el aire es la titularidad pública de la gestión del agua en alta -donde se incluiría la empresa concesionaria Aigües Ter-Llobregat-, sobre la que el documento emplaza a tomar una decisión durante el proceso constituyente hacia la independencia, y sólo se compromete a "defender el modelo público de gestión".