Los resultados de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre dejaron a muchos con unos resultados agridulces, especialmente a los dos grandes partidos, PP y PSOE.
Pese a que los comicios tuvieron un claro ganador, el partido del Gobierno, la mayoría de votos no se traduce en una mayoría parlamentaria suficiente para poder gobernar en solitario, un hecho que, ligado a la debilidad en los resultados del PSOE, comenzó a levantar dolores de cabeza la misma noche electoral.
Así, según publica El confidencial digital, desde el Palacio de la Moncloa un alto funcionario bramó, tras conocerse la nueva composición parlamentaria: "¡Que Dios nos asista!".
Una semana después de las elecciones, el panorama político continúa incierto ante la dificultad del Gobierno para encontrar aliados y las condiciones de la izquierda para que el PSOE tenga la posibilidad de constituir un gobierno alternativo.
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Sánchez da portazo a Rajoy
