
¿Última oportunidad? Junts pel Sí, que ayer habló a través de su cabeza de lista, Raül Romeva, no ha querido desvelar si un "no" a su nueva propuesta por parte de la asamblea de la CUP el próximo domingo conduciría a unas nuevas elecciones en Cataluña. El partido está quemando sus últimos cartuchos para tratar de convencer a la formación de extrema izquierda, por lo que la nueva oferta, tal como reconoció el propio Romeva, incluye propuestas que estaban en el programa de la CUP.
La nueva opción presentada por Junts pel Sí y titulada "Propuesta de acuerdo hacia la independencia", de 61 páginas, ofrece, a cambio de la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, pero con poderes disminuidos, paralizar proyectos como el de Bcn World y no realizar nuevas privatizaciones hasta que se alcance la independencia. Dos medidas inspiradas en el ideario de la CUP.
Asimismo, deja en el aire el futuro de las concesiones realizadas por Aigües Ter-Llobregat, ya que abre la puerta abierta a un replanteamiento, dependiendo del modelo de gestión que se elija a lo largo del proceso constituyente de la posible la república de Cataluña.
Junts pel Sí también ofrece a la CUP frenar la iniciativa privada en el sector de la sanidad. En este sentido, el documento concreta incluso que ciertos acuerdos de externacionalización de servicios clínicos, si no están justificados en términos de eficiencia, se revertirán.
Plan de choque
A diferencia de otras propuestas, la que ayer presentó Junts pel Sí, establece un calendario y un presupuesto. La CUP reconoció que se lo habían exigido.
La primera iniciativa que Junts pel Sí ofrece a la CUP, que es poner en marcha una serie de medidas urgentes para paliar la pobreza infantil, la energética y frenar los desalojos, está valorado en unos 270 millones de euros y no será necesario aprobar unos nuevos presupuestos para ponerlas en marcha.
Entre ellas se incluye establecer un mecanismo para captar viviendas del parque privado cuando "no se disponga de parque público ni tampoco del procedente de entidades financieras", según recoge el documento.
Aunque no especifica el cuándo, la propuesta de Junts pel Sí también consigna que, con máxima urgencia, Cataluña pondrá en marcha una ley para regular la dación en pago. La propuesta también incluye medidas fiscales, que se pondrían en marcha a lo largo de los próximos 18 meses.
Entre ellas, aumentar los impuestos medioambientales, perseguir el fraude fiscal -asegurar que se cobra el que grava a los establecimientos turísticos-, y renegociar las condiciones de las concesiones para tratar de abaratarlas.
Esta última medida, igual que la de plantear a la "banca residente" la renegociación de los costes de financiación, ya estaban contempladas en la declaración rupturista, que aprobó el Parlament el pasado 9 de noviembre, y que ha invalidado el Tribunal Constitucional (TC).
Además, Junts pel Sí se compromete a rebajar el impuesto sobre la renta de las personas físicas en el caso de los tramos más bajos, a "simplificar las deducciones" y a diferir la tributación de impuestos de emprendedores, autónomos y pequeñas empresas. También reinstaurará el impuesto sobre los depósitos bancarios, anulado por el TC.