El discurso triunfalista de Soraya Sáenz de Santamaría esta semana en el Congreso ha encendido las alarmas entre los dirigentes del Partido Popular ajenos a su círculo. El gesto, sumado a su cambio de imagen de las últimas semanas con la influencia de las elecciones, ha sido interpretado como un paso más que consolida los rumores de que la vicepresidenta del Gobierno está inmersa en una campaña personal que resta foco a Mariano Rajoy y que la impulsaría como su futuro relevo. El Gobierno vuelve a avisar a Mas y no descarta "aplicar el artículo 155".
Su nuevo perfil más mediático (bailes en platós, presencia relajada en bares y artículos de Financial Times ensalzando su figura) confirma la tendencia a adquirir un mayor protagonismo que llegó a su culmen el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados.
Dirigentes 'populares' consultados por la Cadena Ser se reconocieron muy sorprendidos por su discurso triunfalista y reivindicativo de los méritos del Gobierno y su trabajo contra la crisis económica, en el que no citó ni una sola vez a Rajoy. De este momento, también han trascendido múltiples fotografías de Santamaría, rodeada por los populares y aupada por sus aplausos, cobrando un protagonismo inusual.
La 'batalla vasca' la vuelve a ganar Santamaría
Sus cupos de poder continúan en aumento, reforzando así la batalla ganada contra la otra protegida de Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal. El último ejemplo de ello ha sido el nombramiento de Alfonso Alonso, ministro de Sanidad, como nuevo líder del PP vasco. Alonso es una persona de la máxima confianza de Santamaría, y este detalle tampoco escapa a ojos de los 'populares', tras haber influido ya en Andalucía para situar como líder del PP a Juan Manuel Moreno, frente a otras preferencias esgrimidas por Cospedal.
"No quiero ser presidenta, no me distrae el asunto", aseguraba Sáenz de Santamaría a mediados del verano, contrarrestando las primeras sospechas. Sus colaboradores más próximos, por otra parte, han salido a defender la buena relación que sigue ligando al presidente del Gobierno y a su 'número dos'.
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Santamaría: "No quiero ser presidenta"