
La Candidatura Única Popular celebra este sábado un consejo político en el que acabará de perfilar el plan de negociación que pondrá sobre la mesa de Junts pel Sí para prestarle su apoyo para gobernar con mayoría absoluta.
Este plan incluye la renuncia de las medidas más rupturistas y radicales del partido, como la salida del euro y de la Unión Europea y la nacionalización de los bancos, pero mantiene una serie de objetivos sociales y una hoja de ruta para la independencia que, necesariamente, deberá pagar Junts pel Sí por su apoyo en el Govern.
La CUP no quiere renunciar a medidas sociales como una moratoria para los desahucios y establecer una renta básica universal, informa el diario El País. Además, exigirá a CDC la desobediencia a la reforma laboral, el freno de los recortes y de las privatizaciones que había aprobado CiU durante su anterior gobierno.
En el capítulo de la hoja de ruta hacia la independencia, la CUP también quiere imponer su visión, que insta a iniciar la separación con respecto al Estado mediante la desobediencia de leyes aprobadas.
Estas medidas darán forma a una negociación, que, sin embargo, sigue sin incluir votar como presidente a Artur Mas. La postura del partido radical que logró 10 escaños el 27S continúa firme en no investir a Artur Mas, para quien Junts pel Sí se vería obligado a buscar un encaje diferente.