Política

Un día en la vida de Manuela Carmena: coche viejo, poco sueño, galletas y ahorro

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid. Imagen: EFE

La alcaldesa de Madrid acaba de cumplir cien días en su cargo al frente del primer municipio del país. Tras unas valoraciones poco positivas para los medios de comunicación, de los que dice sentirse "huérfana", y que han creado cierta controversia, la alcaldesa abre la puerta a mostrar su lado más personal.

El diario El Mundo ha acompañado a Manuela Carmena a lo largo de un día en su vida como gestora pública, desde primera hora de la mañana hasta el fin de su agenda.

A lo largo de esta jornada, Carmena no dejó de sorprender a los periodistas con unas formas muy alejadas de los políticos tradicionales.

Desde su frugalidad en el desayuno (galletas integrales con café con leche) a primera hora en su piso viejo y desordenado, pasando por el viaje en coche hasta el Ayuntamiento. Se trata de un Citroën de gama baja en el que los dos periodistas dudaron de si podrían caber.

La alcaldesa madrileña asegura que duerme muy poco, se acuesta no antes de la 1 y su despertador suena a las 5.30 horas de la mañana.

Su paso por el Palacio de Cibeles está marcado por el ahorro. Aunque aún queda mucho por hacer, según asegura ella misma, Carmena ya ha 'cortado el grifo' de partidas presupuestarias caras, como el catering que se ofrecía a los invitados en determinados actos municipales, que ha decidido sustituir por magdalenas que elabora ella misma.

Pide a todo el personal, incluidos los invitados, que apaguen la luz cuando sea necesario, "ahorrar es importante".

Las estanterías llenas de libros de su despacho se han vaciado para incorporar esos ejemplares a las bibliotecas municipales. 

Una bolsa con productos del supermercado queda arrinconada también en el despacho de Carmena, como una sucedería en el de una trabajadora normal que hace malabares con la logística doméstica.

Los funcionarios parecen contentos con las formas más amables y formales que ha traído consigo la alcaldesa, que saluda a todos preguntándoles cómo se encuentran. Afirman trabajar más, pero también con más ganas. 

Sin embargo, los cien primeros días en la Alcaldía de Madrid no han sido sencillos para Carmena, quien confiesa haberse visto asediada en lo personal. "Me he sentido atacada en lo personal", asegura a El Mundo. "Me preocupa que se incida en lo personal, que se trata de descalificar actitudes puramente éticas, que se mienta, que se corran bulos, que se busque el desprestigio personal", abunda.

Carmena defiende la dialéctica en el "mundo de las ideas": "Ahí las críticas son imprescindibles, un regalo, pero entrar a destruir a las personas es malo para todos".

La alcaldesa incluye en su agenda diaria varias citas con representantes de la vida pública y la gestión empresarial, y también le gusta acudir a visitar organismos municipales sin avisar. Se relaciona con los ciudadanos cuando es reconocida por la calle y trata de encajar las críticas.

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