El Ayuntamiento de Madrid que dirige Manuela Carmena (Ahora Podemos) podrá ser, desde hoy martes, gobernado desde las calles. El consistorio inaugura este martes el mecanismo que permite a sus ciudadanos plantear propuestas que, tras varios filtros, puedan ser sometidas incluso a referéndum. Si el resultado de estas consultas es positivo a favor de estas propuestas, el Ayuntamiento se compromete a llevarlas a cabo en un plazo menor de 30 días desde el momento de su aprobación.
El diario El Mundo desvela el sistema para que estas propuestas se puedan llevar a cabo. Para conseguirlo, en primer lugar los ciudadanos deberán registrar sus propuestas en la web decide.madrid.es.
Una vez están registradas, si reciben un apoyo equivalente al 2% de la población, esto es, unos 53.000 apoyos, pasarán a la fase de consulta. Aquellas propuestas que sean menos trascendentes se votarán a través de Internet y en las oficinas de atención al ciudadano. Queda por establecer qué número mínimo de votos es necesario para dar por válida la votación. En todo caso, una mayoría simple será necesaria para que se considere aprobada.
Si se aprueban, pasarán a un comité que decidirá si son viables económicamente, así como su legalidad. Este proceso no tardará más de 30 días. Si se da luz verde, el organismo en cuestión deberá realizarla. El resultado, por lo tanto, será vinculante siempre y cuando el comité de experto diga que sí, que es factible llevarla a cabo.
Si las propuestas son de peso, pasarán a ser ordenadas por la Ley de Bases de Régimen Local para que sean votada en un referéndum que, en todo caso, debe aprobar el Gobierno central, el único que permite que se abran los colegios electorales.
En este caso, si son aprobadas, no tendrán carácter vinculante, aunque el Gobierno de Carmena se compromete a estudiarlas de forma seria, teniendo un compromiso de ejecutarlas si, al igual que sucede en el caso anterior, son viables.
En todo caso, para que se llegue a este paso final, hay que atravesar antes varios filtros. Por ejemplo, serán excluidas de la página web propuestas que sean racistas, políticas, contrarias a los derechos humanos o que se consideren publicidad (entre otros criterios). De este tamiz se ocupará un cuerpo de 'moderadores' que separarán las propuestas correctas, de las incorrectas.