Política

El poder municipal ya no va a misa: alcaldes de varias grandes ciudades se alejan de la Iglesia

La exalcaldesa de Madrid Ana Botella, detrás Rouco Varela. Imagen: EFE

Muchos alcaldes de grandes ciudades han cambiado tras el 24 M y parece que también está cambiando la relación del poder municipal con la Iglesia Católica. Algunos optan por mantener distancias y realizan su labor de representación pero sin entrar a escuchar misa en las iglesias.

En concreto, los resultados de las pasadas elecciones municipales provocaron un vuelco en el gobierno de ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña, Pamplona y Santiago de Compostela.

En junio se celebró el Corpus en Toledo y tanto el acalde en funciones, Emiliano García Page (PSOE), como la presidenta de Castilla La Mancha en funciones, María Dolores de Cospedal (PP),  asistieron a la misa y a la procesión que recorrió la ciudad. Pero este tipo de actos no gustan demasiado a los nuevos alcaldes de las grandes ciudades que han acabado con los partidos que llevaban años gobernando. Las ceremonias religiosas y procesiones se seguirán celebrando pero, en algunas ciudades, sin la presencia de los máximos gobernantes de los ayuntamientos, como era habitual.

Agosto está a la vuelta de la esquina, un mes lleno de fiestas por toda la geografía española, también en Madrid, según fuentes del Ayuntamiento, Manuela Carmena de Ahora Madrid no acudirá a la misa de la Virgen de la Paloma el próximo 15 de agosto porque según dicen estará fuera de Madrid durante ese día. En Madrid (3.165.000 habitantes) se realizan varios actos religiosos coincidiendo con las verbenas de mediados de agosto. Durante estas fiestas el alcalde de la capital solía asistir a la ceremonia y al posterior descenso del Cuadro de la Paloma que hacen los bomberos de la capital.

Pero este no es el único acto religioso al que podría acudir Manuela Carmena. Los exregidores Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella, sin ir más lejos, no faltaban a la misa que se celebra en la Plaza Mayor cada 9 de noviembre en honor a la virgen de la Almudena, patrona de la ciudad. Durante este acto el alcalde o alcaldesa de Madrid realiza el Voto de la Villa, que consiste en mostrar el agradecimiento a la virgen. Según cuenta la leyenda por mediación de la Virgen de la Almudena cesaron unas fuertes inundaciones que azotaron a la ciudad en 1646. En los varios Votos de la Villa que Ana Botella hizo durante su gobierno pidió a la virgen por los madrileños en paro, por la unidad de España o por las víctimas del terrorismo.De momento se desconoce si Carmena seguirá asistiendo a este acto. 

Ada Colau no asistirá a la misa de la Mercè

En Barcelona (1.600.000 habs.), la alcaldesa Ada Colau ya ha anunciado que no asistirá a la misa de la Mercè que se celebra el 24 de septiembre, además ha suprimido el acto del programa oficial de las fiestas. La ceremonia se celebrará, pero sin presencia institucional del Ayuntamiento que ahora gobierna

En este sentido, Colau ha asegurado que "hay que separar  las prácticas religiosas de las prácticas institucionales",defendiendo así un ayuntamiento aconfesional.

En Valencia (786.000 habs.), su alcalde Roan Ribó se ha mostrado contrario a que el día 9 de octubre (Día de la Comunidad Valenciana) la bandera de la región entre en la Catedral. Hasta el momento, la procesión cívica que se celebraba en Valencia entraba en el templo pero el nuevo alcalde ya anunciado que modificará el itinerario, de esta manera el consistorio valenciano también marca distancias entre los actos oficiales del Ayuntamiento y la religión.  

El Ayuntamiento de Zaragoza (666.000 habs.) ha modificado recientemente una normativa local para que la asistencia a actos religiosos sea voluntaria.  El consistorio zaragozano, gobernado por Zaragoza en Común, cambió un reglamento que decía que la corporación municipal debía asistir a varios actos religiosos al cabo del año. Con esta modificación los concejales podrán acudir solo si lo desean ya que se ha añadido un artículo que dice que los ediles que asistan a este tipo de actos lo harán voluntaria y libremente. Hasta la fecha, todos los concejales de Zaragoza asistían a la misa del día del Pilar y a su posterior procesión, también participaban en la procesión del Santo Entierro que se celebra el Viernes Santo.

En A Coruña (244.000 habs.), su alcalde Xulio Ferreiro no acudió a una ofrenda a la que solían acudir varios regidores gallegos. Ferreiro cambió la ofrenda por un homenaje a la científica coruseña María Wonenburger. Los nuevos integrantes del equipo de gobierno apuestan por un consistorio laico.

En Pamplona (196.000 habs.), el nuevo regidor de EH Bildu, Joseba Asiron,  no asistió a la misa del día de San Fermín el pasado 7 de julio y optó por presidir sólo la procesión al santo que se realiza por las calles de la ciudad después del acto religioso. Hasta ahora la Alcaldía estaba en manos de Unión del Pueblo Navarro (UPN) que sí acudía tanto a la misa como a la procesión, los concejales de UPN si asistieron a la misa.

Misa por el Apóstol sin la asistencia del alcalde

Por otro lado, en Santiago de Compostela (95.000 habs.), el alcalde Martiño Noriega ya ha anunciado que no acudirá a la misa del Apóstol del próximo sábado. Sí estará en la Plaza del Obradoiro recibiendo a las autoridades en el día grande de Galicia, pero no entrará a la Catedral de Santiago para escuchar la misa. Al igual que en el consistorio de A Coruña, en Santiago también gobierna la Marea Atlántica.

Fuentes de la Conferencia Episcopal Española consideran que "es una pena" que algunos alcaldes no asistan a actos religiosos. Además, dicen que un alcalde representa a todos los ciudadanos de una ciudad y si no asisten a tales celebraciones lo que hacen es demostrar que sólo representan a quienes les van votado. También explican que acudir a tales actos " no expresa pertenencia a una confesión ni desprecio a las demás".

Nuevos tiempos para la relación entre municipios y confesiones religiosas, a tenor de estos últimos movimientos de partidos como Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Compromís, Zaragoza en Común o las mareas gallegas. Pese a lo arraigado de estas prácticas en España, quizás poco a poco haya que acostumbrarse a que la imagen del alcalde presidiendo una procesión ya es cosa del pasado.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky