
Solo la concurrencia a las hipotéticas elecciones en Cataluña el próximo 27 de septiembre en una lista única independentista permitiría que el proyecto de secesión catalana siguiera adelante.
Ni CDC, ni ERC ni la CUP sumarían por separado una mayoría absoluta. Los tres partidos juntos en una lista única, sin embargo, lograrían un 46,7% del voto, que se traduciría en entre 68 y 72 escaños (se necesitan 68 para reunir una mayoría absoluta en el Parlament).
El dato ha sido recabado en un estudio demoscópico de Feedback que este domingo publica La Vanguardia, a través de encuestas a ciudadanos realizadas durante este mes de julio.
El sondeo discrimina dos posibles realidades: la concurrencia de una lista única con los tres partidos independentistas, o por separado, como si se trataran de unos comicios al uso donde cada partido presenta a su candidato por separado.
En el primero de los casos, la lista única presenta el único modo de que el proyecto independentista en Cataluña siga adelante. En segundo lugar en intención de voto quedarían ICV-Podemos (17,5%), que conseguirían entre 22 y 23 escaños; y Ciutadans pisándole los talones, con un 17% de estimación de voto directo y entre 21 y 23 diputados. El PSC reuniría, según esta encuesta, un 7,5% de los sufragios (9-10 escaños); el PP, el 6,6% (7-9 escaños), y Unió, ya segregada de CDC, quedaría con un 3,3% del voto.
En el caso de que se celebraran comicios al gobierno de la Generalitat, CDC protagonizaría un 'batacazo' en votos, con una caída de más de ocho puntos que supondría una pérdida de 18 escaños: pasaría del 30,7% de intención de voto al 22%.
En segundo lugar quedaría la suma de ICV y Podemos que, por el contrario, experimentaría un auge de siete puntos, logrando el 16,5% del voto y entre 20-22 escaños. Ciutadans se afianza en tercer lugar, aunque técnicamente empatado con la formación anterior, con el 16% de los sufragios y 22 representantes en el Parlament.
ERC aparece en cuarto lugar, con un 15% del voto y 22 diputados en la cámara.
La conclusión no es otra que, con las formaciones presentándose por su cuenta, el Parlament arrojaría un dibujo muy fragmentado, sin mayorías que permitieran continuar el proyecto de independencia con el que se ha comprometido Artur Mas en los últimos años. La lista única emerge como el único camino para que el independentismo siga a flote en Cataluña.