El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentará hoy la hoja de ruta que guiará el desarrollo del diálogo social durante esta legislatura. El texto incluye un análisis de la situación actual y unas indicaciones sobre cuáles son los puntos que deberán negociarse dentro del proceso de diálogo entre el Gobierno, los sindicatos y las organizaciones empresariales.
Al acto, que tendrá lugar en el palacio de La Moncloa a las 13.00 horas, asistirán los presidentes de CEOE y Cepyme, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, y los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez. Asimismo, está previsto que asistan el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.
Cerrar el acuerdo antes de agosto
En el último encuentro entre Zapatero y los agentes sociales, celebrado el pasado 18 de junio, el presidente del Gobierno se comprometió a alcanzar un acuerdo sobre la hoja de ruta antes de agosto.
A principios del mes de julio comenzaron las reuniones para tratar de cerrar ese documento; unos encuentros que se han intensificado en los últimos días, tanto de forma bilateral como tripartita, y que se han complementado con un intercambio de textos con las propuestas de cada una de las partes. Según fuentes de la negociación, esta hoja de ruta será "una declaración de intenciones" que contendrá un índice temático sobre el que versarán las reuniones del diálogo social durante los próximos cuatro años.
Puntos de la reforma
Por su parte, la Comisión Ejecutiva de CC.OO. y el Comité Ejecutivo de la CEOE dieron ayer el visto bueno a la 'hoja de ruta' del diálogo social que hoy firmarán con el presidente del Gobierno bajo el título 'Declaración para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social'. Aunque no se han desvelado todos los contenidos que incluirá el diálogo social en esta legislatura, el Ejecutivo ha ido dando algunas 'pistas' sobre lo que considera que son temas prioritarios para la negociación.
En primer lugar, la reforma de los servicios públicos de empleo, el antiguo Inem, asunto pendiente de la última reforma laboral que se ha hecho más necesario que nunca ante la escalada del paro y el aumento de los perceptores de prestaciones por desempleo, que ha elevado la carga de trabajo en las oficinas del Inem y ha obligado al Ministerio de Trabajo a dotarlas de más personal (hasta septiembre se incorporarán 1.415 funcionarios, 866 de manera inmediata).
El objetivo de esta reforma será el de modernizar los servicios de empleo, adaptándolo a las nuevas realidades y necesidades y consiguiendo que sean de mayor utilidad a los desempleados, pues su labor de intermediación en el mercado laboral es escasa. Otra de las grandes reformas que Zapatero quiere pactar con los agentes sociales es la de la formación profesional. El Ejecutivo pretende una mejor coordinación entre la formación profesional del sistema educativo y la formación profesional para el empleo, y defiende cambios "estructurales" que ayuden a mejorar y desarrollar las competencias profesionales de los trabajadores, a incorporar la cultura digital y el uso de Internet y de las nuevas tecnologías, y a reforzar la orientación profesional.
El Gobierno no quiere tomar medidas si no se basan en el consenso con los agentes sociales, pero algunas voces, entre ellas la de CiU, le han pedido que no se quede de brazos cruzados si finalmente no hay acuerdo. Otros partidos, como IU, apuestan por un diálogo social orientado al corto plazo, que combata los efectos de la crisis, y no tan prolongado en el tiempo como el de la anterior legislatura.