Política

El PSOE pondrá 'alfombra roja' a Podemos en Andalucía para sumar pactos en España

Pablo Iglesias, líder de Podemos. Imagen: EFE

Los socialistas fueron llamados a filas tras la jornada electoral. El PSOE hacía balance de unos comicios donde sufrió un duro varapalo, especialmente en las grandes ciudades, como reconoció ayer el número dos de la organización, César Luena. El resultado del partido en Madrid, Barcelona o Valencia "es muy o bastante mejorable", y "hemos tomado nota", admitió el secretario de organización. Aún así, en Ferraz se mostraban satisfechos con sus resultados y celebran la que estiman será la consecuencia más inmediata tras los resultados del 24-M: el desbloqueo de la investidura de Susana Díaz en Andalucía, que ayer en el PSOE daban por hecho.

Tras los comicios, los socialistas miran a las generales con "optimismo prudente". Y es que prudencia fue, precisamente, una de las palabras más repetidas en la sala de prensa socialista.

Conscientes de que dependen del apoyo de otras formaciones de izquierda, especialmente Podemos, para gobernar en cinco autonomías, Luena insistió en el mensaje de "diálogo y humildad".

Lejos quedan los ataques al populismo de la formación de Pablo Iglesias, que ha pasado de ser una formación "de corte leninista", como aseguró el propio Luena hace cinco meses, a un partido "que está en las instituciones", como repitió ayer entre trago y trago de agua. Un giro dialéctico que prepara el camino a las conversaciones que iniciará entre hoy y mañana Pedro Sánchez con Pablo Iglesias y Albert Rivera para hablar del nuevo escenario político.

En Podemos, por su parte, son conscientes del poder que les han dado las urnas, pero también de la necesidad de acuerdos. Pablo Iglesias insistió en que tiene "la mano tendida a todo el mundo", pero que la formación solo se entenderá "con quienes estén dispuestos a dar un giro de 180 grados en las políticas de recortes". "Los ciudadanos no han votado pacto, han votado cambio", subrayó Iglesias.

Una de las grandes triunfadoras del domingo, la candidata de Ahora Madrid a la Alcaldía de Madrid, Manuela Carmena, admite que cree que será la alcaldesa de Madrid. Tras hablar con el cabeza de la lista municipal socialista, Antonio Miguel Carmona, la candidata de Ahora Madrid reconoce que ya ve "cuesta abajo" el camino hacia el Consistorio. Carmena aun así dice que "se han felicitado y no han hablado de pactos", pero insiste en que durante la campaña hubo "una manifestación clara del objetivo común, que pasaba por unas líneas rojas, por hacer lo imposible por que no hubiera restos de actitudes de corrupción".

Mensajes cruzados y mucha cautela en las declaraciones ante un nuevo sistema "basado en el pacto continuo y en la negociación permanente", como señaló el sociólogo José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, durante un foro de Nueva Economía para analizar los resultados del 24-M.

Rajoy presume de victoria

En la sede de los grandes partidos ayer tocaba hacer balance de la jornada electoral. En Génova, el primer cambio fue la propia comparecencia de Mariano Rajoy al término de la reunión a puerta cerrada que el Comité Ejecutivo celebró en Madrid.

Hacia tres años que el jefe del Ejecutivo no respondía ante los periodistas, una política de comunicación que ha sido muy criticada incluso desde dentro de las filas populares. Se esperaba autocrítica, pero el presidente se presentó ayer ante los medios para descartar cambios en su Gobierno y ratificarse como candidato a las generales.

Ajeno a los resultados, Rajoy aseguró que la victoria del PP es "incuestionable" y recordó que el PP fue el partido más votado en toda España, aunque lamentó la pérdida de más de 2,5 millones de votos.

El jefe del Ejecutivo, que aseguró sentirse cómodo en su liderazgo, reconoció que deben "ser más próximos, más cercanos y comunicar más", aunque en su primera rueda de prensa sólo respondió las preguntas de cuatro periodistas. Durante su breve intervención, Rajoy insistió en que su partido seguirá defendiendo que los ayuntamientos y comunidades sean gobernados por la lista más votada, tras perder la mayoría absoluta en ocho parlamentos regionales.

El horizonte de las generales

Unos pactos en los que hay mucho en juego de cara a las generales, no sólo para los partidos tradicionales, sino para las nuevas formaciones. El bipartidismo está tocado, pero no hundido. Al menos así lo cree Toharia, que admite que PP y PSOE siguen pesando mucho, aunque estamos asistiendo a "una reformulación de la política".

Lo que parece claro, en opinión de los sociólogos, es que el voto de los menores de 40 años ha aupado a Podemos y Ciudadanos, especialmente en las zonas urbanas.

Como explicó ayer el presidente de GAD3, Narciso Michavila, los partidos "viejos" no ha sabido entender al nuevo votante, pero los partidos nuevos "tampoco han sabido hacerse con el votante viejo". Ese será por tanto uno de los retos de las formaciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera en el corto plazo, ya que si no convencen a parte de ese electorado, "pueden haber tocado techo", advierte Michavila.

Y sobre los acuerdos los sociólogos advierten: los pactos deben llegar y además deben hacerlo rápido, ya que el votante hoy "pone el listón muy alto", subraya Michavila. Por tanto, exigirán a los nuevos partidos que alcancen acuerdos y permitan la gobernabilidad, porque si no en cuatro años "habrán desaparecido" y "volveremos al bipartidismo".

Toharia y Michavila también valoraron el indiscutible castigo al PP, que ha acusado la corrupción y la falta de autocrítica, lo que ha mellado la imagen del partido, el primero en el ranking de antipatía. "El PP es el Mourinho de la política española", ironizó Toharia.

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