
"Somos dos países separados y después de mucho tiempo, de una dura lucha, vivimos de manera independiente. Seguiré apelando a la comunidad internacional hasta que lleguemos a ser reconocidos". Las palabras no las suscribe el president de la Generalitat catalana, Artur Mas, si no Ahmed Mohamed Mohamud Silanyo, el máximo líder de Somalilandia, un territorio en el norte de Somalia que ha logrado mantenerse al margen de la guerra y la inestabilidad. Sin embargo, Silanyo se inspira en las campañas por la independencia de Cataluña y Escocia, tal y como ha reconocido en The Guardian: "Nosotros también", afirma. Mas apela a la unidad política ante los "dragones" que no respetan a Cataluña.
Según su plan, Somalilandia pretende alcanzar el reconocimiento internacional a través del desarrollo económico, pero no ha contado con el status quo geopolítico internacional. Así, según The Economist, las potencias occidentales prefieren tener en cuenta el contexto africano y que sea la Unión Africana la que se pronuncie primero (cosa poco probable porque esto podría desencadenar otras iniciativas secesionistas).
Además de deseos y aspiraciones secesionistas, Silanyo y Mas también comparten otra cosa: el haber contratado al think tank Independent Diplomat (ID) para intentar buscar aliados internacionales. En concreto, Cataluña pagó a este lobby -entre cuyos clientes también está Kosovo- 700.000 euros el año pasado.
Su plan económico
En el Cuerno de África y en pleno Golfo de Adén, Somalilandia declaró su independencia en 1991 y, aunque posee bandera y moneda propia, no ha sido nunca reconocido como estado. Así, su vecina Puntlandia funciona como un ente autónomo somalí, y Somalilandia es vista asimismo como tal por la comunidad internacional.
Además, este país de pastores clave en el tráfico marítimo internacional tiene fe en que varias compañías árabes, una turca y otra noruega descubran hidrocarburos no muy lejos de su costa.