
La nueva residencia del exarzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, trae cola entre algunos católicos. Contrarios a que Rouco habite en una residencia de 360 metros cuadrados frente a la catedral de La Almudena, organizaciones cristianas preparan un escrache frente a su casa para este próximo miércoles.
En el Vaticano, aseguran, "están escandalizados. Pero el cardenal consideraba que, con todo lo que ha hecho por la Iglesia española, tenía derecho a seguir con su palacio y su coche", le reprocha uno de sus críticos.
Este domingo, alrededor de las seis de la tarde, Fe adulta, una de las 200 organizaciones que conviven en Redes Cristianas, había logrado 679 firmas, todas ellas de sacerdotes, para pedir al arzobispo de Madrid y al nuncio (embajador) del Vaticano en España, Renzo Fratini, que termine con "esta situación escandalosa" que ha permitido que el cardenal Rouco Varela haya habitado en la residencia oficial del arzobispado durante seis meses, pese a que ya había sido sustituido en el cargo, y que posteriormente se haya ido a vivir a una casa valorada en 1,7 millones de euros, propiedad de la iglesia, y para lo cual ha desalojado a cuatro sacerdotes, y según unas informaciones, ha gastado más de 300.000 euros en su rehabilitación.
El cardenal -dice uno de sus estrechos colaboradores, tal y como recoge el diario El País, "está viviendo un calvario". Pero no toda la jerarquía eclesiástica comparte esta opinión. "Quienes apostamos por una Iglesias equitativa e igualitaria -concluye Redes Cristianas en su editorial- pensamos que este despropósito merece un rechazo público, una denuncia profética y un escrache (intelectual, al menos). "¡Un escrache, por Dios!".
"Que desmientan las informaciones. Si son ciertas, que Rouco abandone esa vivienda de lujo", reclama Fe Adulta en su portal digital, mientras ya hay convocado un escrache ante el domicilio del cardenal, para este próximo miércoles.
La revista Vida Nueva y el periódico Religión Digital también se suman a estas críticas contra este pontífice. José Lorenzo, redactor del semanario marianista, se pregunta bajo el título 'No es lugar para cardenales', si "no había otro lugar más discreto para retirarse? o, ¿cómo es que nadie le advirtió de la vergüenza que se le venía encima y del daño para la imagen de toda la Iglesia? No se trata de que el cardenal tenga que vivir debajo de un viaducto, pero a su disposición había otras alternativas igualmente dignas, pero más acordes con esa Iglesia pobre y para los pobres que reclama Francisco y ya consagra el Evangelio", argumenta Lorenzo.
Fe Adulta mantiene por su parte, que "nadie puede entender que Francisco viva en una residencia modesta y un cardenal jubilado viva a todo lujo, cuando el primero expresa su sueño de una Iglesia pobre entre los pobres, el cardenal se instala como un rico entre los ricos".
Osoro y Blázquez
Pero no todo son reproches a la decisión de Rouco. Sin ir más lejos, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha sido mediador de este conflicto en la Iglesia española. Osoro afirma que hay que conocer a Rouco. "Y cuando se le conoce, no creo que se le pueda intepretar de esa manera", añade.
Ricardo Bláquez, su sustituto al frente de la presidencia de la Conferencia Episcopal ha sido más explicito en detalles. Blázquez defiende que "Rouco necesita una casa con ciertas calidades y comodidades porque es una persona que tiene una trascendencia importante en la Iglesia y en la sociedad y, como tal, tiene que invitar a determinadas personalidades y tener esa infraestructura para acogerlos con la normalidad que se requiere". Más tarde, Blázquez precisó que "la Iglesia sea pobre para los pobres", publica El País.