Los casos de corrupción aflorados en los últimos tiempos en UGT han hecho sonrojarse a no pocos militantes de la formación. Las críticas internas a su secretario general, Cándido Méndez, arrecian en los últimos días tras conocerse los pagos, con fondos de las tarjetas black de Caja Madrid, para cartelería, panfletos y comidas.
Hasta el punto de que varios dirigentes de federaciones regionales han pedido oficialmente a la cúpula explicaciones. El hartazgo es tal que, incluso, en algunas de las notificaciones, se reclama sin tapujos que Méndez deje su cargo al frente de la formación.
Sin embargo, como cabía esperar del líder ugetista, no está dispuesto a adelantar su salida. Méndez aseguró a sus colaboradores, tras recibir las quejas, que tiene su hoja de ruta clara. Sin duda, si quiere llevar a UGT hacia su total debacle no debe modificarla ni un ápice.
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Méndez adelanta su salida a 2016