
Las peripecias fraudulentas del joven Francisco Nicolás parecen no tener fin. A su intermediación ante Adif para la concesión de la sala Macumba de Madrid a un amigo conocida esta semana se suma otra información que apunta a la falsificación de informes del CNI, Zarzuela y Vicepresidencia.
Al parecer, el joven habría elaborado informes falsos imitando a los de estos organismos con el fin de ofrecerlos a cambio de dinero o de tráfico de influencias. En algunas ocasiones, el intento de estafa le salió bien y consiguió embolsarse hasta 120.000 euros por labores de mediación que nunca llevó a cabo, según apunta el diario El Mundo.
Para fabricar estos informes, el joven se basó en diversos expedientes y elaboró sobres y folios de alta calidad con el logo de estas instituciones del Estado en su casa de Chamartín y acudiendo a una de los establecimientos de la empresa de reprografía digital Work Center, concretamente el situado en la calle Raimundo Fernández Villaverde de Madrid. En su celo por conseguir su objetivo, Francisco Nicolás llegó a trasplantar la firma de la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Aunque muchos de estos presuntamente engañados por el joven no se han atrevido a denunciar sus hipotéticas estafas por no quedar en una situación de "hazmerreír", como reconoce uno de ellos a El Mundo, sí que ha trascendido uno de los más sonados intentos de chantaje puestos en marcha por el joven: el llevado a cabo con José Luis Núñez y su hijo.
Antes de que el expresidente del Barça ingresara en prisión por diversos delitos inmobiliarios, Francisco Nicolás falseó hasta tres informes distintos de Vicepresidencia y se fue a ver con uno de ellos al hijo de Núñez, ofreciéndole a cambio de dos millones de euros su intermediación para conseguir el indulto del Gobierno, decisión que en ese momento esperaba la familia del empresario. No obstante, los abogados de Núñez constataron que se trataba de una burda falsificación de documento público.