
La maquinaria de Génova ha echado a andar. Tanto a nivel nacional, como desde el PP catalán van a intensificar los trabajos para explicar mejor a los catalanes las medidas que el Gobierno está aprobando y su efecto sobre dicha autonomía.
Con ello, el partido pretende contrarrestar el desafío soberanista de Artur Mas, poniendo sobre la mesa los temas que, en opinión de su líder en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, verdaderamente interesan a los ciudadanos.
Al mismo tiempo, este movimiento pretende poner en evidencia la "parálisis" del Ejecutivo de la Generalitat, que con su actuación ha dejado "huérfanos" a 4,5 millones de catalanes -quienes no fueron a votar el 9-N-, apunta Sánchez-Camacho.
En su comparecencia ante los medios en Génova, la presidenta del PP catalán también descartó que el presidente Mariano Rajoy vaya a reunirse con Artur Mas en la visita que el próximo 29 de noviembre hará a Cataluña, para participar en un acto del PP en Barcelona.
Incidió en que Rajoy acude a una convocatoria de su partido y no a entrevistarse con el líder de la Generalitat, porque "ni son las formas -en referencia al hecho de que la invitación a Rajoy la hiciera el consejero de Presidencia, Francesc Homs, en rueda de prensa-, ni es el momento". Insistió, además, en que Rajoy "ha escuchado siempre cuando es en el marco de la legalidad y la lealtad".
Sánchez-Camacho hizo estas declaraciones tras reunirse con la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, los portavoces parlamentarios populares y los de las autonomías donde gobiernan.
El objetivo del encuentro era explicarles de primera mano lo que está sucediendo en la autonomía y coordinar las iniciativas del partido en toda España que tengan relación con Cataluña. Es decir, fijar una postura común.