Política

Análisis | Botella no será candidata ante una derrota segura

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Imagen: EFE

La esposa del presidente Aznar, que llegó a la política madrileña en 2003 y que ha llegado a ser alcaldesa de Madrid sin haber encabezado lista alguna, no será candidata en 2015. De este modo evita al PP un embarazoso dilema ya que la todavía alcaldesa, muy desgastada, era perdedora segura en un Madrid que presenta preferencias muy distintas de las que disfrutó Gallardón, alcalde por mayoría absoluta en 2003 y en 2007. Tras la primera victoria, Gallardón nombró a Botella segunda teniente de alcalde y concejala de Empleo y Servicios; en 2007 fue de número de dos en la lista y ocupó la concejalía de Medio Ambiente; en junio de 2011 fue ratificada como segunda teniente de alcalde y titular del área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad; y en diciembre de 2011, cuando Rajoy llamó a Gallardón para ocupar la cartera de Justicia, Botella se convirtió automáticamente en alcaldesa.

Ana Botella, aunque con virtudes políticas notables según quienes la conocen bien y han trabajado con ella, nunca ha conseguido brillar lo suficiente para dejar de ser políticamente la esposa de quien presidía el gobierno de la nación y el Partido Popular cuando ella decidió ingresar en las listas al ayuntamiento de Madrid. Escrutada con morbosa intensidad, ha sufrido un gran desgaste, en parte debido a su posición personal, en parte acarreado por su propia ejecutoria. Ha dirigido las áreas de su incumbencia con relativa eficacia, pero no se le han perdonado los errores ni los contratiempos.

El fallecimiento de cinco muchachas en la fiesta de Halloween del Madrid Arena, que supuso la dimisión de varios concejales de su equipo de Gobierno y la imputación del jefe de la Policía Local, fue el episodio más grave de su mandato. Y el fracaso de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020, en cuya defensa tuvo una infausta intervención personal, fue la mayor contrariedad de un mandato que se ha desarrollado en plena crisis.

Botella ha dicho que Rajoy conocía su intención de no presentarse a las elecciones desde hace tiempo. Así será, probablemente, pero a principios de este año todavía planeaba presentarse a los comicios de 2015. De hecho, lanzó su particular campaña electoral: eliminación de la tasa de basuras, servicio de teleasistencia gratuito para ancianos y anuncio de un servicio de comida a domicilio durante el verano para los menores en riesgo de exclusión social, entre otras medidas.

Las encuestas han frustrado su ambición, y su retirada obliga al PP a buscar alternativa. Esperanza Aguirre estaría disponible si no fuese porque en los próximos meses deberá hacer frente a su imputación por desobediencia en un incidente de tráfico. Y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, es también un valor en reserva que podría ser llamado a encabezar la candidatura.

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