Política

Cristina Seguí genera tensión dentro de Vox y pone su cargo en manos del partido

Cristina Seguí, vocal de Vox. Imagen: VOX

La vocal de Vox, Cristina Seguí, ha puesto de manifiesto la tensión que se vive dentro del partido formado por Santiago Abascal al contestar a las críticas que había recibido tras conceder una entrevista a la revista Interviú y al poner su cargo a disposición del partido.

En la entrevista hablaba fundamentalmente de política pero también se colaron temas íntimos, algo que no ha gustado a varios dirigentes del partido de derechas. La revista decidió incluir custiones relativas al sitio más extraño donde hubiera practicado sexo o su primera experiencia para darle un poco de picante al texto.

"Decidí arriesgar mi propia seguridad en el partido, mi vida pública y privada, mi imagen y someterme a los brutales juicios de valor, con tal de que Vox saliera en un medio de importante tirada", confiesa Seguí en su blog personal.

En esa entrada también se defiende de las acusaciones que decían que no era digna de representar a los afiliados y a los votantes del partido y pone su cargo a disposición del Comité Nacional, al que ella misma pertenece, pidiendo antes una última cosa: que ayuden a Vox a sacar de sus filas a la gente que las quiere romper y no a los que se han entregado al partido en cuerpo y alma.

Cristina Seguí asegura que concedió la entrevista porque entraba dentro de la sección de política de la revista y que hubo respuestas que no llegaron a publicarse. De hecho, en una pregunta llegó a contestar que Vox no era un partido de extrema derecha a pesar de que el titular de la entrevista la describiera a ella como "la musa de la derecha radical".

Seguí se ha sentido atacada y desprotegida por sus compañeros de partido, sobre todo por ciertas personas que llegaron a pedir su cabeza al Comité Ejecutivo Nacional. Según la información de Libertad Digital, la vocal de Vox señala concretamente al vicepresidente José Luis González Quirós, al que acusa de estar facturando una elevada cantidad de dinero mensual al partido.

"El verdadero peligro en Vox es un presidente provisional orquestando maniobras de destrucción de su propio partido mientras lo dilapida facturando 11.670,50 euros al mes a través de su empresa y la de su hijo", expresa Seguí.

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