Con casi millón y medio de votos, Podemos ha asegurado plaza en el Parlamento Europeo a cinco eurodiputados. Todos ellos tienen en común la juventud, el compromiso y la inexperiencia política.
Entre ellos encontramos una profesora de instituto, activista social, que combate los desahucios, un investigador del CSIC y una politóloga que ha trabajado de friegaplatos, camarera y profesora dentro y fuera de nuestras fronteras.
Gente corriente que reconoce no saber todavía cómo organizar un partido sin cargos y que ya ha tenido que defenderse de numerosas críticas: populistas, oportunistas, simpatizantes del castrismo y el chavismo, freakes.
Personas anónimas que de repente se han convertido en la cuarta fuerza política nacional.