Política

El análisis| El PSOE se da codazos para echar a Rubalcaba

Alfredo Pérez Rubalcaba. Imagen: Archivo

Aunque Patxi López no ha descartado ni mucho menos concurrir a las primarias socialistas y otea el horizonte desde su atalaya vasca, la brega principal tiene lugar en el seno del aparato de Ferraz, donde conviven los dos candidatos que se disputan el apoyo oficial y la primacía: Eduardo Madina, secretario general adjunto del Grupo Parlamentario, y Pedro Sánchez Pérez-Castejón, actual diputado nacional por Madrid tras la vacante de Carme Chacón, que renunció al escaño.

Aunque diferentes, ambos pertenecen a la misma generación -38 años tiene Madina y 42 Sánchez-. Madina, víctima de un atentado terrorista, mantiene un mensaje singularmente progresista, que podría congeniar bien con las bases, y Sánchez, que habla idiomas, es profesor de Economía, lo que sin duda en estos tiempos constituye un mérito objetivo (no necesitaría que Sevilla la explicase la teoría económica en tres tardes). Los dos están en todo caso verdes todavía, faltos de experiencia y de densidad personal, pero probablemente esta impericia no sea causa inhabilitante. En nuestro escenario político, tan despoblado, no abundan los mirlos blancos de la política.

Lo que dice en privado Rubalcaba

Aunque Ferraz ha impulsado a los dos aspirantes a concurrir ?de hecho, los dos están haciendo campaña en los medios de comunicación, por ahora-, Rubalcaba es consciente de la precariedad de sus epígonos, y así lo ha manifestado en privado en alguna ocasión. Y ésta sería una razón para que sopesase su continuidad, que podría darse por segura si Valenciano consiguiese un buen resultado en las europeas. Y tampoco puede descartarse definitivamente a Carme Chacón, quien, aunque ha perdido apoyos regionales, intentará a buen seguro dar el paso cuando llegue el momento. El alcalde de Toledo, García-Page, sí ha optado en cambio por concurrir a las elecciones castellano manchegas.

El plus de las primarias

Sea como sea, las elecciones primarias son capaces de impulsar a cualquier candidato siempre que la participación sea alta. De momento, las primarias autonómicas valencianas han congregado a más 50.000 simpatizantes? Si en el Estado se consigue una afluencia masiva, el aspirante que resulte elegido habrá adquirido un valioso plus de legitimidad, que puede o no ser suficiente para superar las propias carencias. Eso dependerá también de las condiciones de contexto y de la marcha general de la economía del país.

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