
Un vídeo colgado en Internet con un extracto de la declaración de la infanta Cristina ante el juez José Castro muestra a la hija menor del Rey respondiendo "no sé", "no lo recuerdo", en numerosas preguntas formuladas por el magistrado. Tras esta filmación, el debate se centra en descubrir la indentidad y las intenciones del autor del vídeo, y el fallo de seguridad de los juzgados. Ahora, la pregunta que cabe es: ¿cómo se puede espiar en España sin ser descubierto? Este martes, fuentes de la Policía confirman a EcoDiario.es que "fue una empresa privada la encargada" de controlar y vigilar la seguridad en el interior de los juzgados de Palma. La infanta Cristina, al juez: "Yo confiaba en mi marido"
España ha sido escenario de copiosa literatura consagrada al espionaje y a la apasionante vida de los agentes secretos. El éxito de El tiempo entre costuras confirma la pasión de lectores y amantes del cine por este género siempre plagado de misterio. A solas contigo, La rusa, El lobo, Yo fui espía de Franco, El espía de Madrid, Estambul 65 son algunas de las obras ambientadas en España.
La secuencia del pasado sábado en los juzgados de Palma no enlaza ni con las aventuras narradas en esas piezas ni con el modus operandi del espionaje estadounidense sobre miles de ciudadanos españoles, meses atrás denunciado por el Wall Street Journal.
La grabación del vídeo de la infanta, de quien todavía hoy se desconoce su autoría, es el relato doméstico de un fallo en toda regla -toda vez que se trata de un miembro de la familia real-, y de que existía una providencia del juez Castro que impedía acceder a la sala con cualquier dispositivo electrónico capaz de registrar voz y sonido.
Esa mañana, en los alrededores de los juzgados, rampa, tejados, balcones, alcantarillado, interior de las dependencias incluido, se encontraban algo más de 200 polícias nacionales. El número de agentes, sin embargo, no impidió que una persona introdujera un dispositivo -si no lo había hecho antes-, y grabará cinco minutos donde da cuenta del "desconocimiento" que la infanta Cristina tenía de "la mecánica" de una fundación; en este caso Aizoon.
Fue una empresa privada quien hizo los controles
Sin embargo, fuentes de la Policía consultadas por EcoDiario.es revelan que no fue este cuerpo el encargado de la vigilancia y control de los juzgados de Palma. Esa labor "recayó sobre una empresa de seguridad privada como ocurre con los juzgados de toda España. Por tanto, en el interior de los mismos no hubo control policial", detalla a este medio.
Este martes, la periodista Teresa Viejo dejaba este tuit en la red: "200 agentes, blindaje total y gana la tienda del espía. De verdad alguién pensaba que no habría imágenes del juicio de la infanta".
Mientras la Policía dilucida si el autor del vídeo fue una abogada suplente (del despacho de Javier Saavedra, y defensa de uno de los supuestos testaferros de Urdangarin), o un funcionario de los mismos juzgados, la periodista, como otros tantos compañeros suyos ha puesto el acento en la variedad que existe para burlar o intentar burlar con éxito las medidas de seguridad que pretendieron evitar que hubiera cualquier imagen o la constatación de la voz de la infanta.
Para la Policía, "es incomprensible este fallo" de seguridad. Si en los aeropuertos te hacen desnudarte a la primera de cambio, por qué no se ha hecho en los juzgados de Palma", determina.
Al menos, 16 maneras de burlar controles
Solo en 'la tienda del espía', una web de venta on-line de dispositivos y equipos de espionaje, se pueden encontrar al menos dieciséis artilugios con los que burlar los controles de seguridad para grabar con cámara oculta el vídeo de la infanta Cristina.
He aquí la relación de algunos de ellos: percheros, mecheros, bolígrafos, alarmas de hogar, reloj digital, un botón, un llavero de coche, detector de humos, USB, gafas de cristales transparentes, lámpara eléctrica, o una gorra, entre otros.