Desde Adolfo Suárez hasta José Luis Rodríguez Zapatero, todos ellos han tenido problemas para desenvolverse en inglés. Mariano Rajoy tampoco ha sido capaz de escapar de esta 'maldición' y parece que las tres horas semanales que le dedica no le están cundiendo demasiado.
En marzo de 2009 reconocía públicamente en el programa Tengo una pregunta para usted que no sabía inglés y en abril de 2011 afirmaba en una entrevista en la Cadena Ser que lo estudiaba tres horas a la semana y que practicaba en trayectos de coche y avión.
Sin embargo, parece que Rajoy no progresa como debería, hecho que sigue siendo evidente en encuentros internacionales como el que recientemente tuvo con el presidente de EEUU, Barack Obama, donde no puede desenvolverse sin un intérprete.
Pero, ¿esto les ocurre a todos los mandatarios europeos? Según una lista publicada por El Confidencial, la nota de España es la peor de toda la 'clase'.
Enrico Letta, primer ministro italiano, habla inglés con fluidez y aprovecha cualquier oportunidad para demostrarlo. Aunque su acento está lejos de ser perfecto, entiende y se hace entender perfectamente.
El presidente francés, François Hollande, demuestra una gramática y un vocabulario mucho mejores que su pronunciación pero no tiene reparos en hablar el idioma de Shakespeare en público.
Por su parte, Angela Merkel, habla inglés y ruso, aunque sin tanta soltura como sus antecesores, prácticamente bilingües. No suele explicarse en inglés si puede recurrir al alemán pero sí lo utiliza en situaciones informales.
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¿Habla inglés en la intimidad?