Política

Rajoy precipitó el contraataque en Cataluña tras el giro soberanista de Duran i Lleida

Mariano Rajoy, este sábado en Barcelona.

El plan de confrontación al nacionalismo catalán que Mariano Rajoy anunciaba esta semana en la entrevista que concedió en televisión se fraguó con urgencia. De la estrategia de la prudencia, justificada por la complejidad y sensibilidad de este asunto por el jefe del Ejecutivo español, este tuvo que pasar a un plan urgente debido a un motivo.

En el Partido Popular, todo el mundo daba por hecho que Duran i Lleida, principal socio de Artur Mas y enlace entre la Generalitat y el Gobierno central desde su labor parlamentaria en Madrid, dejaría solo al 'president' con la izquierda soberanista catalana en el momento de que se perfilasen las preguntas que incluiría la consulta sobre la independencia de la comunidad autónoma.

Sin embargo, los cálculos fallaron y Duran i Lleida protagonizó un giro no contemplado por nadie, pasando por el aro de los nacionalistas y dando por buenas las dos preguntas que se incluirían en la supuesta consulta del 9 de noviembre de este año para decidir el futuro catalán.

La foto de Artur Mas presentando heroico el pacto por la pregunta, bien escoltado por los democristianos a los que representa el parlamentario catalán y por los republicanos y la izquierda independentista, encendió todas las alarmas, según relata el diario ABC. La necesidad de un contraataque se emergió como urgente.

El momento idóneo

La Convención Nacional del PPC, ya prevista, supuso el momento idóneo para no seguir dejando correr el cronómetro. El Gobierno se ha lanzado a la conquista de Barcelona desde este fin de semana, con la presencia de varios ministros, como José Manuel Soria, Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor o Cristóbal Montoro. 

María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Alicia Sánchez Camacho arroparon al presidente Rajoy durante la clausura de la convención este sábado, donde por fin ofreció el férreo discurso en defensa de la unidad de España que aún no se le había escuchado.

"Que quede claro: no se va a celebrar ningún referéndum ilegal ni se va a fragmentar España mientras sea yo presidente", clamó Rajoy.

Pistoletazo de salida para el auténtico plan

Con este discurso da comienzo una estrategia más firme del PP en Cataluña. Según informa ABC, a lo largo de 2014, será constante la presencia de miembros del Gobierno en esta región para realizar una labor pedagógica amparada en datos económicos, principal argumento para convencer a los catalanes de que necesitan al Estado para su supervivencia.

Además, el PP es consciente de que debe cobrar impulso en Cataluña para contrarrestar el auge de Ciutadans, una formación que cuenta con el carismático liderazgo de Albert Rivera, cuyo ascenso reflejan todos los estudios demoscópicos.

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