Política

Análisis: VOX, una opción sin futuro

Los miembros fundadores de VOX. En el centro, José Ortega Lara.

Un sector ultramontano del PP, probablemente sin conciencia clara de que el radicalismo conservador está hoy en manos de Aznar, ha plantado cara a Rajoy -un político demasiado blando, según el expresidente- por el expeditivo procedimiento de organizar una escisión, la segunda en toda la historia (la primera fue la de Juan Ramón Calero, de corta vida y ninguna influencia).

La base teórica de los segregados, con el exdirigente vasco Santiago Abascal y el funcionario de prisiones Ortega Lara a la cabeza, no es otra que la supuesta falta de firmeza de Rajoy en política antiterrorista, ya que el presidente del Gobierno estaría siguiendo en este asunto la hoja de ruta que le dejó trazada Rodríguez Zapatero. Los otros principios rectores del nuevo partido serían la unidad de España y la lucha contra la corrupción. Como se ve, un vasto y completo ideario.

Es muy probable que los promotores de la idea, ingenuos y poco avezados en estas lides, no se hayan percatado de que quienes les han bailado el agua, provenientes del extrarradio del PP, están utilizando la política antiterrorista de Rajoy, que es además la única posible, como instrumento de oposición interna al líder.

En consecuencia, les viene bien que se produzca la escisión pero en ningún caso se adherirán a ella. Esperanza Aguirre o Jaime Mayor Oreja -éste, a medio camino entre la ruptura y la cabecera de la lista del PP en las europeas- halagarán a los valientes que llaman a las cosas por su nombre, pero de ningún modo se sumarán o mucho menos se pondrán al frente de una aventura claramente abocada al más estrepitoso de los fracasos.

La derecha contra la extrema derecha

Los promotores de VOX se habrán sentido subyugados por la evidencia de que sólo en España no existe un partido de extrema derecha que compita con el centro-derecha convencional. Esto es así, sin duda, pero la extrema derecha que podría triunfar, y que de hecho triunfa en Francia o el Reino Unido, no es la que bosquejan Abascal y Ortega Lara: es la xenófoba que toma como leitmotiv la lucha contra la inmigración.

En este país nuestro, además, el sistema electoral impulsa hacia el voto útil y grava con un durísimo rozamiento a las minorías que tratan de asomar por cualquier resquicio del sistema de representación. Es, en definitiva, altamente improbable que los votantes del PP, por convicción o por utilitarismo, opten por el grupúsculo recién formado, más allá de algún sector de las víctimas del terrorismo o de la militancia vasca. Y si finalmente Mayor Oreja encabeza la lista europea, ni siquiera esa minoría acabaría respaldando esta iniciativa voluntarista y sin futuro.

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