
El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, aprovechó su discurso inaugural del Foro Económico del Mediterráneo Occidental para defender la unidad de España ante el desafío independentista que se plantea desde la Generalitat de Cataluña.
Rajoy advirtió ayer en Barcelona que el mundo camina irremisiblemente hacia procesos de integración, que "lo moderno es la unión, no la disgregación" y que "el signo de los tiempos es la integración y no el aislamiento". Sin referirse de forma explícita al debate soberanista, el presidente definió Barcelona, "como ciudad mediterránea, catalana y española", ejemplo de tantas aportaciones que pueden armonizarse positivamente en un proyecto común que no excluye a nadie y beneficia a todos. Calificó a la capital catalana como la "honra de España" y la puso como modelo de integración y del "proyecto común que no excluye a nadie".
Rajoy abogó por la cooperación mediterránea con mecanismos de gestión conjunta como los del agua, energía, la solución de disputas comerciales y de la inmigración ilegal. En su opinión, "en el siglo XXI es imposible sobrevivir al margen de una sociedad internacional cada vez más interdependiente" y, por lo tanto, "la mejor vía para alcanzar la prosperidad y el bienestar es el entendimiento y el comercio abierto". "Si algo nos enseña la Historia es que estamos mejor en el encuentro que en el desencuentro, en la cercanía que en el alejamiento, en la cooperación que en los esfuerzos aislados", sentenció.
El presidente reivindicó la integración también en Europa y especialmente en tiempos de crisis. "En Europa sabemos bien que es en tiempos de crisis económica y de incertidumbre política cuando más voces se escuchan en contra de nuestra integración, pero también sabemos que nuestro desarrollo ha venido de la mano de una ecuación exitosa: más integración y menos fronteras".
El discurso de Rajoy estuvo precedido de un breve saludo del jefe del Gobierno y el presidente catalán, Artur Mas, que posaron brevemente con aspecto sonriente a pesar de la polémica sobre el protocolo entre ambos gabinetes que ha provocado que el dirigente catalán haya decidido no quedarse al foro por la negativa del Gobierno central a dejarle intervenir con un discurso. Sin embargo, Mas posó en la foto de familia y conversó con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Rebaja del impuesto a casinos
Por otro lado, el Parlamento catalán aprobó ayer una ley que permite reducir los impuestos del 55 al 10% a los casinos. Esta nueva ley se ha hecho a medida de BCN World, el macrocomplejo de ocio que impulsa el empresario valenciano Enrique Bañuelos en Tarragona. La tramitación de la ley contó con el apoyo de CiU, mientras que ERC, PSC y PPC se abstuvieron, lo que facilitó su aprobación. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, justificó el proyecto de ley como una oportunidad para competir con los destinos de ocio y juego mundiales ya consolidados.