
El Partido Popular está dispuesto a luchar contra los malos presagios que marcan las encuestas -el último sondeo, el del CIS, da un pérdida de 12 puntos- y combatir así una debacle electoral que de momento anuncia una derrota sin parangón en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, así como en la Comunidad valenciana, tres de las feudos populares.
Gallardón se desliza por el horizonte europeo mientras la formación liderada por Mariano Rajoy 'vende' sus PGE y una 'unidad' en sus siglas que no acaba de cuajar entre sus líderes. Cospedal ha llamado a sus barones territoriales a filas. Los temores electorales del PP.
Los populares son conscientes de tener varios frentes abiertos además del 'caso Bárcenas' pendiente de su evolución en los tribunales y en los medios. El soberanismo catalán, las cifras del paro que apenas merman, la congelación de pensiones y sueldos de los funcionarios agravan las perspectivas electorales de un PP que en menos de dos años ha perdido su mayoría absoluta y hoy cuenta con el 32,5% de los votos.
Alarma en el PP
La alarma ha saltado en Génova 13. Si las encuestas no engañan, el PP está a un tris de perder Madrid tanto en el consistorio como en la Comunidad. Valencia, otro de los feudos de la formación conservadora, se podría ir al traste en los próximos comicios -publicaba este fin de semana elconfidencialdigital.com-. El desplome de esta intención de voto 'popular' puede ser el presagio de una derrota en el caso de que Rajoy convocara elecciones generales. Y sobre el líder no hay dudas. El actual presidente del Gobierno y hoy presidente del PP ya ha dejado claro desde Estados Unidos que su intención es la continuar. Así pues, la dirección del PP no atisba otro cartel, a menos que se produjera un Congreso que precipitara cambios que desde luego no vendrían dados por un proceso de primarias, tal y como ha remarcado en diferentes ocasiones Dolores de Cospedal. Por si fuera poco, Mariano Rajoy ha tomado la iniciativa del partido con la idea de reunir a la cúpula una vez al mes.
Con este escenario, el PP ha iniciado un cambio de rumbo a su estrategia con el fin de movilizar a los suyos y resucitar el voto que se ha ido quedando en este corto camino de Gobierno. El pasado lunes, la secretaria general de los populares reunía a sus cargos territoriales para intentar frenar el desgaste electoral, recoge hoy el diario El País. "Se trata de trabajar duro para lograr la movilización interna del partido en todos los territorios". El PP, por decirlo de otro modo, pretende "multiplicarse". Y eso explicaría la agenda anunciada para los próximos meses, y que incluye para octubre foros de las pensiones y de los Presupuestos; una reunión de la dirección con diputados y senadores en Córdoba para octubre, y, un debate sobre los nacionalismos que podría celebrarse en diciembre en Barcelona, con un acto central diseñado para Rajoy y con el objetivo de relanzar a Alicia Sánchez-Camacho, seriamente afectada por los progresos demoscópicos de Ciutadans.
Las herramientas para el resurgir del PP son dos. Así lo avanza El País. Vender los Presupuestos Generales del Estado como los Presupuestos del fin de la crisis y, la unidad del partido. Sus líderes se esfuerzan en ello. Ayer mismo, Vicente Martínez Pujalte se afanaba en convencer a sus afiliados y Cospedal también.
En busca de candidatos
Pero antes de unas elecciones generales el PP habrá de enfrentarse a otros comicios. Primero las elecciones europeas para las que todavía no tiene candidato. Serán en primavera de 2014. En las quinielas han aparecido varios nombres. El más destacado ha sido el de Miguel Ángel Arias Cañete. El ministro de Agricultura no se ha pronunciado al respecto. El mutismo de Rajoy y de Génova 13 han generado otras apuestas. La última la de Alberto Ruiz-Gallardón. El ministro de Justicia, cuestionado fuera y dentro de su casa puede rivalizar con otro candidato que tampoco descartan los clásicos del PP. Y es el de Jaime Mayor Oreja, quien a última hora encabezaría una opción segura para el PP más conservador.
Entre tanto, las encuestas municipales y autonómicas hablan de pérdida de votos. Tantos como para sacar a los actuales representantes de Madrid y Valencia fuera de estas instituciones. El último nombre en irrumpir en los círculos políticos ha sido el de Soraya Sáenz de Santamaría para la alcaldía de Madrid. Así lo dejaron caer hace apenas unos días dos colaboradores de 13TV. El nombre de Cristina Cifuentes tampoco se ha caído de las quinielas.