Será en febrero. Ésa es la fecha que tiene marcada en rojo en la agenda Mariano Rajoy para hacer el cambio de Gobierno del que todos en el Partido Popular hablan pero que ninguno admite. Un cambio de Gobierno que en círculos próximos a la Moncloa comentan tiene ya dos ministros prácticamente fuera y uno en lista de espera. Se mantendrían, sin embargo, los dos ministros clave del área económica: Montoro en Hacienda y Báñez en Empleo.
De los primeros, uno está cantado, el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quien parece el elegido para encabezar la candidatura popular a las europeas de mayo. Lista en la que, dicen, iría también la ministra de Sanidad, Ana Mato, de número dos, acompañada en los primeros lugares, aunque no es miembro del Gobierno, por otro de los notables de la dirección conservadora, el vicesecretario general para asuntos territoriales, Javier Arenas. Con ellos, Rajoy se quitaría de encima a dos de los principales cuestionados por el caso Gürtel y en los papeles de Luis Bárcenas. "Se trata de soltar lastre", afirman.
Distinto es el caso de Arias Cañete, que se iría a petición propia, tanto por su prestigio y conocimiento dentro de las instituciones europeas, donde aspira a una comisaría, como por su falta de entendimiento con Cristóbal Montoro, de cuya política fiscal ha discrepado, en privado y no tan en privado.
Y en la lista de espera se encuentra, aseguran quienes están en la pomada, Luis de Guindos. El nombre del titular de Economía, del que también se han aireado sus diferencias con Montoro, ha estado ya varias veces en los mentideros políticos, como posible saliente, y su destino no estaría en la política, sino en el sector privado donde volvería prestigiado tras haber sido elemento decisivo en la salida de la recesión, que no de la crisis, de momento.
Ello abriría las puertas de la cartera de Economía a Álvaro Nadal. El actual director de la Oficina Económica de La Moncloa ha sido el artífice de la hoja de ruta que ha marcado la política económica del Gabinete. Una labor oscura que Mariano Rajoy quiere premiar con un puesto de relevancia en el momento de recoger los primeros frutos de la recuperación.
Báñez y Andalucía
Premio también a la fidelidad y al trabajo realizado sería la continuidad de Fátima Báñez en el Gabinete. A la ministra de Empleo y Seguridad Social le ha tocado bailar con las reformas más duras socialmente, la laboral y la de las pensiones, y lo ha hecho bien. Además, está muy valorada por CEOE y las organizaciones de autónomos, y los sindicatos valoran su capacidad y disposición al diálogo y la colaboración.
Además, las cuentas que maneja el Gobierno estiman que con un crecimiento del 1 por ciento, como el previsto para el año próximo, se podrán crear unos 300.000 empleos netos, por lo que en Moncloa consideran justo que la ministra que más ha soportado los ataques recoja también los brotes verdes, si es que finalmente se producen.
"Mandarla a encabezar las listas en Andalucía sería volver a ponerla a los pies de los caballos", afirman también desde la sede de Génova, donde confirman que la idea es que el candidato a los comicios andaluces "tiene que salir de allí". Entre los nombres que más suenan destacan los de la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, el secretario general del Partido Popular en la comunidad, José Luis Sanz, el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, y el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto.
Ésta es la idea, apuntan, que se baraja en estos momentos entre la dirección del partido y del Gobierno, y con un doble objetivo: poner caras nuevas al Gobierno para una etapa nueva y unas listas fuertes para paliar las caída en las encuestas en las europeas. Aunque finalmente, admiten, "los designios de Rajoy son inescrutables y todo dependerá de si se consolida el cambio de rumbo de la economía".
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¿Habrá cambios en el Partido?