La infanta Cristina trasladará su residencia a Ginebra después del verano, pero su marido, imputado por varios cargos de corrupción, permanecerá en España, según fuentes próximas a la familia y La Caixa, empresa para la que trabaja la segunda hija del Rey de España.
La duquesa de Palma gestionará y coordinará los programas del área internacional de la Fundación La Caixa, informó el miércoles la rama social del grupo financiero en un comunicado.
Su marido, el exjugador de balonmano Iñaki Urdangarin, acusado de los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y delito contra la Hacienda Pública por el supuesto desvío de casi seis millones de euros de fondos públicos a través de una fundación que presidía, no acompañará a la segunda hija del Rey de España, según fuentes próximas a la familia.
El Palacio de la Zarzuela no pudo confirmar este extremo ya que se inscribe en la vida privada de la hija del Rey y se remitió al comunicado de la Fundación, que sólo confirma el cambio profesional de Cristina de Borbón.
"La Fundación la Caixa ha encargado a su directora del Área Internacional, S.A.R. la Infanta Dña. Cristina, la misión de gestionar y coordinar sus programas con diversas agencias de las Naciones Unidas que tienen su sede en Ginebra", dijo la fundación en un comunicado.
La infanta se trasladará con su cuatro hijos, que empezarán el colegio en la ciudad suiza, según las fuentes familiares.
La infanta Cristina trabaja en la Fundación La Caixa desde 1993, donde primero se encargó de coordinar exposiciones de artes visuales y fotografías. En 2005 fue nombrada directora del Área social, y desde 2009 dirige el Área Internacional.
Segunda vez
Es la segunda vez que la infanta fija su residencia fuera de España, tras una estancia de varios años en Washington antes de que estallara el escándalo sobre su marido.
Iñaki Urdangarin, que en Estados Unidos trabajó para Telefónica pero se desvinculó de la empresa hace casi un año para evitar que sus problemas legales perjudicaran a la imagen del gigante de las telecomunicaciones, está buscando otra ocupación.
En abril se especuló con que el duque de Palma, que puede abandonar España al no haberse dictado contra él medidas cautelares, podría convertirse en el segundo entrenador de la selección de Catar, tras el nombramiento del exseleccionador español Valero Rivera como técnico titular, pero finalmente no cuajó.