
Mario Conde no quiere más varapalos electorales. Tras los malos resultados cosechados en Galicia el 21-O, el exbanquero ha anunciado su intención de dejar la presidencia del partido Sociedad Civil y Democracia (SCD). Aunque seguirá militando en esta formación política, Conde da un paso atrás por "motivos personales". Mario Conde no quiere los "votos que vengan de la corrupción"
Según informa el partido en un comunicado, Conde desea centrar su actividad en la Fundación Civil, cuyo patronato preside, ya que considera más oportuno un "retorno al mundo de las ideas". Análisis: La nueva derecha populista
Además de Conde, Daniel Movilla, hasta ahora secretario general del SCD, también se baja del tren. La militancia del SCD tendrá que elegir una nueva ejecutiva en julio.
La aventura de Conde
Conde comenzó a acariciar la posibilidad de pasarse a la política el verano pasado. Allá por agosto, el empresario consideraba este salto como "el único medio para que se puedan producir los cambios que muchos consideran imprescindibles".
Poco a poco, su idea fue fraguando y así se atrajo a la derecha más indignada del momento.
Fracaso electoral
Sin embargo, la demoscopia pronto le dio la espalda: los sondeos previos a las autonómicas gallegas del 21-O lo colocaron como el candidato peor valorado de esta comunidad, al apenas conseguir un dos raspado sobre diez.
La cita con las urnas confirmó lo esperado. Su partido, Sociedad Civil y Democracia (SCD), no se hizo un hueco en el hemiciclo gallego y Conde asumió "un punto de fracaso", tras no poder "rascar" votos del PP.
Entonces, el exbanquero salpicado por el caso Banesto garantizó el futuro de SCD pero ya era un juguete roto. Sólo siete meses después, Conde prefiere desprenderse de él, aunque mantenga una mínima vinculación con sus cuadros.
El próximo jueves, Conde presentará en Valladolid un libro publicitado en la web del partido, un grupo presente en Andalucía, Asturias, Castilla y León, Galicia, Madrid y Murcia. Quizá entonces sea el momento de explicaciones más detalladas.