Política

Las siete vidas de Berlusconi: ahora exige a Letta las carteras de Justicia e Interior

Silvio Berlusconi. Foto: EFE.

El verdadero vencedor de la crisis política italiana que parecía llegar a su fin este miércoles es el sempiterno líder de centroderecha Silvio Berlusconi, que ha pasado de ser un personaje desacreditado por escándalos sexuales y embrollos judiciales, a un estadista que garantiza el equilibrio del país.

Silvio Berlusconi, el ex primer ministro italiano y actual dueño del futuro político del país, ya ha lanzado sus primeras exigencias a Enrico Letta, el encargado de formar la coalición que gobernará durante los próximos años Italia: quiere los ministerios de Justicia e Interior. Según los analistas transalpinos, el nombre elegido sería el del expresidente del Senado Renato Schifani, un jurista mal considerado por la izquierda por su pasado como abogado de mafiosos.

Ya a finales de octubre, Il Cavaliere anunció su deseo de permanecer en la política "para reformar la actual Justicia", después de que un Tribunal de Milán le condenase a cuatro años de reclusión, reducidos a uno por la Ley de Indulto, por un fraude fiscal en su consorcio mediático Mediaset.

Las condiciones de Silvio

Berlusconi puso este jueves sus condiciones para apoyar a Letta, exigiendo que este ejecutivo asuma ocho proyectos de ley, incluida la reforma de la justicia, que ha elaborado su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL).

Después de las advertencias lanzadas por el secretario general del PDL, Angelino Alfano, al Partido Democrático, del que es 'número dos' Letta, respecto al eventual apoyo, Berlusconi fue claro: "Hemos preparado ocho proyectos de ley que sono los que según nosotros es indispensable y urgente realizar. Nosotros damos el visto bueno y apoyaremos a cualquier gobierno que pueda estar en grado de hacer aprobar estos proyectos de ley, que son los que necesita Italia", argumentó, según ADN Kronos.

En su opinión, "es poco importante quien dirigirá este gobierno, que mantiene juntos a quienes no quieren estar juntos", en referencia a la creación de un gobierno de unidad nacional integrado por centro-izquierda y centro-derecha.

Vencedor del desgobierno italiano

A los 76 años, Berlusconi sigue siendo un personaje clave para Italia y no hay dudas de que desempeñó y desempeñará un papel fundamental en la formación del nuevo gobierno que presidirá el liberal de centroizquierda Letta. "Berlusconi no logra esconder su felicidad", reconoció Stefano Folli, editorialista del diario económico Il Sole 24 Ore.

El magnate de las comunicaciones se opuso a todo acuerdo entre la centroizquierda liderada por el dimisionario Pier Luigi Bersani y el Movimiento Cinco Estrellas del cómico antisistema Beppe Grillo, una alianza que amenazaba con decretar su definitiva "muerte" política y la salida del escenario por mucho tiempo.

De la posibilidad de tener que exiliarse como su amigo y mentor socialista Bettino Craxi por el acoso de la justicia italiana frente a las acusaciones de fraude fiscal e incitación a la prostitución de una menor, Il Cavaliere pasó a ser el hombre ecuánime y razonable que Italia necesitaba.

Aseguró además que está dispuesto a apoyar a Letta como jefe de gobierno a cambio de nada, tan solo por el bien del país, aunque todos saben sobre negociaciones secretas con el fin de obtener ministerios importantes. "Tiene un cheque en blanco", comentó Claudio Tito en el diario La Repubblica.

¿Generoso o interesado?

El partido de Berlusconi fue el segundo más votado en las elecciones de finales de febrero, detrás del Partido Democrático, con el que tuvo una diferencia de pocos votos.

El magnate, que estaba apunto de retirarse de la política, logró en un mes recuperar el entusiasmo de su electorado, prometiendo una bajada de los impuestos y apareciendo en todos los medios de comunicación posibles y de todos los colores.

El "generoso" Berlusconi que apostaba desde hace dos meses por un gobierno de coalición nacional, según el ejemplo de Alemania con Angela Merkel, esperó al acecho que sus rivales del PD se consumieran y dividieran ante los ojos del país en una suerte de "suicidio colectivo" como lo llamó la prensa.

Los cálculos le salieron bien y Letta podrá contar con el apoyo de la centroizquierda y la centroderecha como exigió el presidente de la República, Giorgio Napolitano. Una solución que la izquierda rechazaba de plano, a sabiendas de que una coalición con el magnate irritaría a buena parte de su electorado.

"Carga con el país en sus espaldas (...) y logra un consenso universal", sostiene el diario de su propiedad Il Giornale, que aspira a que Il Cavaliere llegue a la presidencia de la República.

Mientras tanto, Berlusconi se fue de viaje a Estados Unidos para participar el fin de semana en la fiesta organizada por su amigo George W. Bush en ocasión de la inauguración del "Presidential Center".

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