Política

"Mi deseo es que no sea presidenta"

Tuvo que desplazarse a unos miles de kilómetros para realizar su ataque más frontal. Con un tono claro y directo, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se despachó ayer a gusto en Pekín contra la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre. "El hecho de que, desde mi deseo y desde mi pronóstico, asumo los dos, ella no vaya a ser presidenta no significa que no tenga su sitio en el partido", apuntó el alcalde.

Acto seguido, Gallardón llamó "indecisa" a la presidenta por no aclarar si presentará una candidatura propia en el próximo Congreso que el Partido Popular celebrará en junio, al tiempo que advirtió que, de hacerlo, no tendrá el apoyo mayoritario de los militantes del partido de Mariano Rajoy.

Con estas declaraciones, efectuadas por Gallardón en el marco de una visita a la capital china para promocionar la candidatura olímpica de Madrid 2016, continúa entre ambos una escalada de tensión que se acrecentó cuando el portavoz adjunto del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Juan Soler, acusó a Gallardón de "participar en el lavado de cara del régimen despótico chino", informó Ep.

"Si la indecisa Esperanza Aguirre convierte su indecisión en decisión (…) no será una candidatura que tenga el apoyo mayoritario de los militantes del PP", apuntó Gallardón, quien sin embargo matizó que la presidenta de Madrid "está perfectamente en su derecho" de hacerlo.

Fiel a Rajoy

En su alegato de más de 15 minutos ante la prensa española en Pekín, el alcalde madrileño también reprochó a Aguirre la inoportunidad de sus declaraciones a pocas horas de la intervención de Rajoy en el debate de investidura. "Quizá fue el día menos adecuado para hacer pública su indecisión", apuntó.

Asimismo, Gallardón aprovechó la polémica para exhibir su fidelidad inquebrantable a Rajoy. "Aunque haya otros candidatos, yo estaré apoyándole a él, y creo que no seré parte de una minoría", recalcó, al tiempo que dijo no contemplar "ningún escenario" en el que él pueda presentarse como aspirante a la sucesión. "Si alguien quiere estar con Gallardón, que apoye a Rajoy. Nadie que apoye a otro candidato estará conmigo", remató.

Las intenciones de Aguirre

Por la tarde, en los pasillos de la Asamblea de Madrid, la propia Esperanza Aguirre se echó atrás en el órdago que lanzó la víspera del debate de investidura. La presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró que su "interés" de cara al Congreso del PP no es "personal" y que lo que le "interesa de verdad es abrir el debate ideológico" en su partido.

"Es importante que el PP le dé la batalla ideológica al PSOE, porque creo yo que nuestras ideas, principios y valores son superiores ética y moralmente a los de los socialistas, y por qué hay que discutir", defendió Aguirre para llamar la atención sobre el hecho de que "a la gente en general lo único que le interesa son los nombres".

Desde sus círculos más cercanos, se apunta a que lo más probable es que Aguirre no presente finalmente su candidatura. "La presidenta lo que ha dicho es que no tiene pensado presentarse", subrayó ayer el vicepresidente primero del Gobierno regional, Ignacio González.

Apoyos a Rajoy

En el resto de España, se sucedieron ayer los respaldos de los barones populares a Rajoy. Los presidentes de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, consideraron a Rajoy la persona "oportuna" para liderar el PP. En la misma línea, se sumaron la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el líder del PP gallego, Alberto Núñez-Feijóo.

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