
Los 'discípulos' de Mariano Rajoy en su primer año en Moncloa, lejos de entonar el 'todos a una', cada día evidencian una menor sintonía en temas ideológicos y de gobierno. La última desavenencia la han protagonizado el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y el de Interior, Jorge Fernández Díez, sobre el matrimonio homosexual. Interior y Justicia, enfrentadas por el indulto.
Este último utilizó "argumentos racionales" para justificar una mayor protección por parte del Estado hacia los matrimonios heterosexuales alegando que ésta era la "unión natural". Esta opinión en boca de un miembro del Gobierno ha desatado las críticas de la oposición quien ve en estas declaraciones un "ataque a la legislación que recientemente ha sido refutada por el Tribunal Cosntitucional.
No sólo el rival ha cargado contra Fernandez Díez, dentro del propio partido han surgido voces discordantes. La más directa, es sin duda, la de Ruiz Gallardón, quien desautorizó las palabras de su compañero en el Gobierno garantizando que "allí donde hay amor está plenamente y absolutamente justificada la unión de dos personas".
A este desencuentro público entre ambos se le suma el de no hace muchas semanas sobre el indulto concedido por Gallardón , de forma discrecional, como es perceptivo, a un conductor kamikaze, condenado a 13 años por la muerte de un joven. Un asunto que despertó suspicacias en Interior. Su titular, Fernández Díaz, recomendó estar "más atentos" en un futuro con la condonación de las penas y recordó que el deber del Gobierno es no conceder el indulto a personas condenadas por delitos de violencia de género o contra la seguridad vial.
La cúpula económica del gobierno
Las desavenencias en el seno del Gobierno de Rajoy se remontan al minuto uno de su mandato. A los pocos días de jurar sus cargos, el ministro de Economía Luis De Guindos y el de Hacienda, Cristobal Montoro, se enredaban con las cifras del tan temido recorte presupuestario.
De Guindos, que había cifrado el tijeretazo del primer trimestre en 4.000 millones de euros, se vio obligado a rectificar y asegurar que desconocía tal cuantía, ante la presión de Montoro negando los datos. Incluso el ministerio de Hacienda publicó en Twitter por la noche tras la 'disculpa' de De Guindos que los 4.000 millones de euros "eran rotundamente falsos".
Lo mismo ocurrió a comienzo de 2012 con la cifra de déficit del año anterior. Montoro se encargó de desmentir de forma tajante que éste superaría el 8% como había asegurado De Guindos.
Este escenario ha sido la tónica habitual en su relación. Conocida es su pugna por acordar una postura entorno al IVA, IRPF y sociedades. Un conflicto que Mariano Rajoy optó por bascular a favor de Cristobal Montoro con una subida progresiva de los tramos del IRPF, además de recuperar la desgravación por la primera vivienda.
Para presenciar otro debate entre ambos sobre ajustes fiscales solo hay que remontarse a cuatro días atrás. Luis de Guindos anunciaba en Bruselas una más que probable "bajada de impuestos como el IRPF", en la reunión del Ecofin, donde exponía su convicción de que
España podrá compatibilizarlo con la reducción del déficit. Sin embargo, en una entrevista concedida en Expansión, Montoro afirmó que no se puede "comprometer" a "nada" sobre la promesa de bajar el IRPF en 2014, ya que es "demasiado prematuro" hacerlo antes de cumplimentar el programa de estabilidad 2013-1015.
La creación de hispanobonos, defendida por el ministro de Economía fue el motivo de más desencuentros. Tras anunciar su puesta en marcha, Cristóbal Montoro lo desmentía en el Congreso y anunciaba otra medida que suponía que la deuda no se mancomunara. De Guindos y Montoro no sólo chocan entre ellos.
El ministro de Economía no solo ha tenido ha tenido sus desavenencias con Montoro, en su día también le tocó el turno a José Manuel García Margallo, por la Marca España.
Margallo se reunió con los representantes de las grandes marcas españolas para potenciar la marca España. En la cita no estuvo el Ministro de Economía, Luis de Guindos. Según se publicó en El Economista, la promoción exterior e imagen del país, son competencia de "comercio".
En la foto de familia aparecieron todos juntos y en armonía, pero fuera de la imagen la iniciativa de José Manuel García Margallo de convocar a las grandes empresas españolas para potenciar la marca España ha causado estupor y, según algunas versiones, "también malestar" en el"Ministerio de Economía, donde se considera que Exteriores está invadiendo las competencias de la Secretaría de Estado de Comercio.
Asimismo Montoro encontró un enemigo en la figura del titular de Industria, José Manuel Soria. Éste sabedor de la oposición del titular de Hacienda a aprobar su propuesta de reforma del sector eléctrico, decidió darla por hecha y contársela a la prensa. Una intervención que provocó que el propio Montoro sacase sus armas. "Hasta que yo lo decida, no irá adelante, lo anuncie quien lo anuncie", explicó en una entrevista"Han decidido airear esta idea en los medios, pero yo tengo la última palabra en la creación de impuestos, y no hay nada más que decir". Montoro se refería a las tasas especiales para las energías enovables que contenía la reforma de Soria, recuerda La Vanguardia.