
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, forzó su escritura en la prueba caligráfica que le practicó la policía con el fin de ocultar su relación con los papeles de contabilidad publicados por el diario El País y que comprometen a la cúpula del partido.
Agentes de policía consideraron que el extesorero se mostró demasiado lento en la prueba del dictado, para la que se tomó una hora. Piensan que pudo deformar su propia escritura para esquivar que fuera cotejada con las anotaciones que ponían en evidencia pagos periódicos a miembros del PP.
Otro problema ha surgido en el análisis de esta prueba: Bárcenas no redactó números, bien porque no le fueron dictados, bien porque decidió no escribirlos. Los guarismos son claves para cotejar su escritura con las anotaciones, ya que se trataban de asientos contables con cifras.
La Policía, por tanto, ha solicitado que se practique nuevamente la prueba, ya que necesitan la realización de un informe caligráfico para determinar si la escritura del extesorero coincide con la presentada en la presunta contabilidad B del Partido Popular.