La Audiencia Nacional de Barcelona ha absuelto al médico peruano Carlos Morín y sus colaboradores que presuntamente formaron un entramado hasta 2007 en sus clínicas privadas de Barcelona para realizar más de un centenar de abortos ilegales.
El tribunal considera que, en relación al delito de abortos por el que estaban acusados, la totalidad de las intervenciones voluntarias de embarazo se llevaron a cabo con el consentimiento y petición expresa de las embarazadas, y las de menores, de su representante legal.
En relación al delito de falsedad considera que no queda probado en el único documento oficial y que el resto de documentos se dan en el ámbito privado. La Audiencia considera que no ha quedado probado que el grupo de empresarios médicos se contituyese para cometer delitos ni tuviese esta finalidad, por lo que quedan absueltos del delito de asociación ilícita.
La Fiscalía pedía 273 años la petición de condena de cárcel a Morín, una pena superior a la de la acusación particular y acusaba a Morín de 89 delitos de aborto, asociación ilícita y un delito continuado de falsedad documental; también mantenía la acusación a los ginecológos y anestesistas colaboradores de Morín, a diferencia de la acusación particular.
Un triunfo de la defensa
El veredicto ha sido conforme a lo expuesto por la defensa, quien argumentaba que no había argumentos para probar la existencia de una asociación ilícita ya que "no ha quedado probada la voluntad delictiva de las clínicas" y, en cualquier caso,han afirmado que, la jerarquía dentro de éstas existe como en cualquier otra.
Por ello, pedían una sentencia absolutoria para los acusados al considerar que todos los casos de aborto sin malformación entran dentro del plazo, que no había pruebas para determinar la existencia de trituradoras y falsedad documental y, por otro lado, "que debe prevalecer la relación de confianza entre los profesionales de la clínica".