
La tragedia del Madrid Arena y la transformación del hospital de la Princesa han desatado desavenencias entre Ana Botella e Ignacio González que recuerdan los enfrentamientos que durante años protagonizaron sus antecesores y mentores, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre.
Algo más de un mes después de que González sustituyera a Aguirre en la presidencia de la Comunidad de Madrid y Botella tomara el bastón de mando del consistorio madrileño tras la marcha a Justicia de Gallardón, la muerte de cuatro jóvenes en un pabellón municipal alquilado para una fiesta ha enturbiado las relaciones pacíficas que hasta entonces habían mantenido ambos.
El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva -número dos de Aguirre en las autonómicas de 2003 pero enseguida apartado y acogido en el Ayuntamiento por Gallardón-, fue situado desde el principio en el punto de mira de la polémica sobre la responsabilidad de lo sucedido y tuvo que ser defendido en solitario por la alcaldesa.
"Caiga quien caiga", exigía al día siguiente la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, mientras pedía esclarecer lo ocurrido hasta las últimas consecuencias y repetía la expresión cuando se le preguntaba si se refería al número dos del Ayuntamiento.
Esa misma semana, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid incluyó en el proyecto de presupuestos regionales para 2013 la transformación del hospital de La Princesa en un centro especializado en la atención de personas mayores, lo que dio lugar a una movilización de los trabajadores, que comenzaron a recoger firmas en contra de la medida.
Una de las firmas la estampó Ana Botella el pasado domingo, cuando acudió allí a visitar a un conocido junto con su hija, que no firmó, y su yerno, que sí lo hizo.
Esta actitud ha suscitado interpretaciones diversas y, así, mientras el presidente regional afirmaba que la alcaldesa "no se había enterado de lo que estaba pasando" en La Princesa, desde el Ayuntamiento se decía que "Botella sabía perfectamente" lo que hacía y en algunos medios se vio como una contestación al escaso apoyo que había recibido del ejecutivo autonómico en el caso Madrid Arena.
Solo unas horas después, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, salía al paso para negar que hubiera una crisis en el PP de Madrid y para decir que Botella "respalda plenamente" la reforma sanitaria del Gobierno de González; incluso hoy mismo el portavoz del partido en el Congreso, Alfonso Alonso, instaba a ambos a centrarse en "gobernar".
Desde del grupo parlamentario popular en la Asamblea de Madrid han expresado su convencimiento de que cuando la alcaldesa conozca las negociaciones que se están llevando a cabo en La Princesa "seguramente cambie de opinión" y estará de acuerdo.
La sombra de Aguirre
Esta mañana, el propio presidente madrileño ha rechazado que existan discrepancias en el seno del PP regional ni que su actual presidenta, Esperanza Aguirre, tenga pretensiones de ser alcaldesa -uno de los posibles orígenes de la situación, según algunos medios- porque no le consta personalmente ni tampoco que ella se lo haya dicho a nadie.
Esta supuesta aspiración de Aguirre data de los tiempos en que el actual ministro de Justicia estaba al frente de la Alcaldía, en los años en los que el enfrentamiento entre ambos llegó a ser evidente.
Episodios como la disputa por ocupar un puesto en la lista de Mariano Rajoy en 2008, por controlar Caja Madrid y por presidir el PP regional, estos dos últimos con el entonces vicealcalde, Manuel Cobo, como ariete de Gallardón, han venido al recuerdo tras lo ocurrido en el Madrid Arena y La Princesa con sus sucesores.