Artur Mas es otra persona cuando se rodea de empresarios catalanes. Su último encuentro con éstos fue el martes en un almuerzo en Barcelona donde el Presidente de la Generalitat dejó aparcado el ánimo secesionista y con un tono más moderado propuso un Estado libre asociado igual que Puerto Rico. Él "no es independentista y ésta no figurará en su programa electoral".
Salvador Sostres asegura este lunes en El Mundo que Mas está ansioso por contar con el apoyo de los empresarios. Por ello no dudó en acudir a la cita de la mano de Antoni Pont i Amergós, de aceites Borges, para sorpresa de los allí presentes que se sintieron incómodos.
Los empresarios tienen miedo a que sus intereses se vean perjudicados por el conflicto catalán y así se lo hicieron saber al presidente. "Haga lo que quiera hacer pero por la vía del consenso y el pacto", le aconsejaron.
Sin nombrar la palabra independencia en toda la velada, Artur Mas les explicó que "Cataluña necesita estructuras de Estado para no desaparecer, e incluso un Estado propio, aunque también les garantiza la vinculación con España más allá de cualquier acuerdo de soberanía".
Lejos de apoyar el pacto Fiscal, como aseguró La Vanguardia al día siguiente, los empresarios están "disgustados" con la situación en Cataluña y han acordado no invitar nunca a un político a sus reuniones.
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