
La cita electoral del 21 de octubre en el País Vasco y Galicia será uno de los asuntos que centrará hoy la primera reunión que mantendrán las ejecutivas del PP y del PSOE tras las vacaciones estivales, al igual que la situación económica del país.
Izquierda Unida también retoma su actividad ordinaria y reunirá a su Comisión Ejecutiva Federal, el órgano de dirección de IU, para establecer sus prioridades políticas, que pasan por combatir la gestión "antisocial" del Gobierno.
Y aunque la estrategia de la campaña copará buena parte de la reunión, los dirigentes del PP dedicarán tiempo a hablar de la crisis económica y del otoño que se avecina, bastante caliente en la calle, tal como han advertido los sindicatos.
Otra cuestión que estará sobre la mesa es la visita que la canciller alemana, Angela Merkel, hará el jueves a Rajoy en la Moncloa, acompañada de una numerosa delegación de empresarios.
Se trata de una reunión de gran calado, en la que el jefe del Gobierno dará un repaso junto con Merkel a diversas cuestiones como la tercera reforma financiera, que aprobó el viernes el Consejo de Ministros, y la petición de ayuda a la banca.
De la misma manera que el PP, la Ejecutiva federal de los socialistas, bajo la presidencia de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunirá igualmente por primera vez tras el paréntesis vacacional.
Un primer encuentro marcado también por las elecciones vascas y gallegas y en las que los socialistas, pese a que los sondeos no están de su parte, se volcarán para que Patxi López repita como lehendakari y Pachi Vázquez logre la Presidencia de la Xunta.
Abordarán la conferencia organizativa prevista para noviembre y prepararán el Comité Federal del partido del próximo domingo, el primero que se celebra desde que Rubalcaba es el secretario general.
Prioridades centradas en hacer todo "lo imposible" que el PP no logre su pretensión de desmantelar el Estado del bienestar, como sostiene IU.
La convocatoria adelantada de las autonómicas estará, además, incluida en la agenda puesto que IU tiene el reto de poder entrar en la Cámara gallega, mientras que en Euskadi, tras la última escisión, hace menos de un año, perdería, según el Euskobarómetro, el único escaño que tenía en el Parlamento vasco.